martes, 9 de octubre de 2018

2º ESO- LA FRAGMENTACIÓN DEL MUNDO ANTIGUO

ESQUEMAS ILUSTRADOS
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MAPAS CONCEPTUALES


















INFORMACIÓN EXTRA

Los pueblos germanos tuvieron su origen en el norte de Europa hacia el año 500 a.c., especialmente en el norte del territorio dominado por el imperio romano, conocida en aquel momento como Germania. Estos a su vez se dividían en distintos grupos o tribus tales como:
  • Vándalos
  • Godos
  • Suevos
  • Sajones
  • Anglos
  • Lombardos
  • Burgundios
  • Francos
  • Vikingos
  • Visigodos
Aprovecharon la decadencia del imperio romano entre los años 235 y 285avanzando cada vez más hacia occidente, quizás por motivos de aumento poblacional o solamente para extender sus dominios en territorio romano.
10 PUEBLOS GERMANOS MÁS INFLUYENTES
  • Vándalos: Este pueblo germano tiene su origen en el primer siglo de nuestra era, quienes se desplazaron hacia la zona de la península ibérica. Cerca del año 400 d.C. llegaron a Hispania, que estaba dominada por los romanos, y de ahí partieron hacia el norte de África. Su origen se ubica en la región del Báltico, lo que corresponde a la actual Dinamarca.
  • Godos: Este pueblo o tribu tiene su origen en lo que actualmente es Suecia y se caracterizó por ser un pueblo seminómada. Se ubicaron en lo que se conoce como las costas bálticas alrededor del siglo I de nuestra era. Luego emigraron hacia el suroeste, llegando al Mar Negro, la actual Ucrania. Tenían una religión pagana, aunque también adoraban a la naturaleza.
  • Suevos: Los suevos tienen su origen en una región cercana al mar Báltico, y recibieron su nombre por los romanos. Con el tiempo fueron abarcando otras zonas como la actual Alemania y también se fueron fragmentando en otras tribus más pequeñas, como los Alamanes, quienes posteriormente darían origen a lo que hoy se conoce como Alemania.
  • Sajones: Este pueblo germano se ubicó originalmente al norte de los que hoy conocemos como Alemania, Holanda y Dinamarca. Su nombre es una derivación de Seax, que era un cuchillo muy utilizado y característico de esta tribu. Las características de los sajones era una piel bastante blanca y ojos claros, además de cabello rojizo y gran estatura.
  • Anglos: Los anglos se ubicaron originalmente entre la península de Jutlandia y el río Elba, lo que se conoce como Alemania Septentrional, pero especialmente se asentaron en lo que hoy es el sureste de Inglaterra. Este territorio era dominado por los romanos, por lo que los anglos eran un pueblo a disposición de este imperio.
  • Lombardos: Su nombre se debe a la región que ocuparon, conocida como Lombardía, ubicada al norte de lo que hoy conocemos como Italia, específicamente entre los Alpes y el valle Po. Este pueblo se caracterizaba por ser belicoso y por haber emigrado su lugar de origen para ocupar la Pannonia y ser aliados de los romanos.
  • Burgundios: Este pueblo germano se asentó originalmente en Escandinavia, para luego iniciar una expedición y desplazamiento hacia Europa central alrededor del siglo I de nuestra era. Una vez en Europa, se estableció en lo que hoy se conoce como el noreste de Alemania y Polonia. Durante esta expedición, desplazaron a los alamanes, tomando Maguncia.
  • Francos: Este pueblo germano se ubicó en lo que llegó a conocerse como la Baja Renania y también el este de Westfalia alrededor del siglo III de nuestra era. La religión llegó a formar una parte clave de los francos, debido a que su rey Clodoveo I se convirtió al cristianismo, dando inicio también a una era importante para los francos, logrando expandirse por gran parte de Europa.
  • Vikingos: Los pueblos vikingos estuvieron ubicados en Escandinavia entre los siglos I y II de nuestra era. Se caracterizaron por ser un pueblo comerciante y explorador, quienes comenzaron a atacar otras tierras con la finalidad de saquear y devastar estas regiones. De hecho, fueron un pueblo temido por los demás pueblos debido a su efectividad y ferocidad.
  • Visigodos: Este pueblo fue derivado de los godos y se caracterizó por ser seminómada y guerrero de naturaleza ubicado en lo que hoy se conoce como Suecia. Esta tribu surgió como consecuencia de invasiones de otros pueblos como los tervingios a territorio romano alrededor del siglo IV d.C. Posteriormente, los visigodos llegaron a ocupar lo que hoy es Italia de la mano de su rey Alarico I.

ORGANIZACIÓN POLÍTICA DE LOS GERMANOS

La organización política de los germanos fue muy similar a la de los romanos, a quienes admiraban y copiaron no solo en esto, sino en muchas otras cuestiones. Los germanos vivieron bajo un sistema monárquico, donde el monarca era elegido por una clase noble que tenía muchísima influencia política y poder, por lo cual se presentaron muchos casos de conspiración y asesinatos de monarcas.
Estos reyes a su vez contaban con el asesoramiento de un consejo para administrar justicia al pueblocompuesto por muchos de estos nobles influyentes.
Por otro lado, los duques eran una especie de jefes que controlaban ciertos pueblos, generalmente los que ellos mismos habían sometido. También existían los obispos y los condes, que llegaban a ser servidores del rey y lo ayudaban en cuestiones de gobierno. Si bien intentaban replicar la organizacion politica romana, no estaban a su nivel de desarrollo.

RELIGIÓN DE LOS GERMANOS

La religión de los germanos estuvo compuesta por varias creencias, influenciadas por las civilizaciones anteriores. Por un lado había registros de mitología nórdica (escandinavos), mitología germana (germanos) y cristianismo (romanos). Esto hizo que su sistema de adoración fuera politeísta, donde contaban con una amplia variedad de dioses.
Por otro lado, la religión de los germanos no estaba fundamentada en escritos sagrados antiguos, sino más bien en las acciones de estos para agradar a los dioses. Es por eso que en estas culturas se iniciaron los sacrificios animales a estos dioses, los cuales ‘lo exigían’.
Se edificaron distintos templos con esta finalidad, los cuales también más tarde fueron utilizados para sacrificios aún peores: los sacrificios humanos. Además, realizaban ritos sexuales, ceremonias, procesiones, competencias deportivas, obras teatrales, entre otras prácticas que tenían que ver con el culto a sus dioses.

DIOSES DE LOS GERMANOS

Los dioses de los germanos se dividían en dos grandes grupos: Los asir y los vanir.

ENTRE ALGUNOS ASIR ESTÁN LOS SIGUIENTES:

  • OdínEra el dios de dioses, el más importante de todos, que mandaba en el Asgard (hogar de los dioses). Contaba con una lanza llamada gungnir, la cual blandía en la batalla, además de un corcel llamado sleipnir, característico por sus ocho patas.
  • Thor: Uno de los dioses más poderosos después de Odín, dios del trueno, que tenía gran participación en la guerra y la justicia. Sus hazañas destacan por las distintas luchas que llevó a cabo contra los gigantes malvados, haciendo uso de su martillo llamado mjölnir, el cual tenía propiedades mágicas.
  • Heimdal: Era considerado un dios guardián, debido a sus sentidos tan agudos. Se dice que tenía un oído tan agudo que podía oír crecer la hierba, y también contaba con una vista muy singular, además de la capacidad de no dormir por varios días. Esto sin duda, logró que se le usara como el guardián de Asgard.

ALGUNOS VANIR SON LOS SIGUIENTES:

  • Njörðr: Esta representaba el dios de la tierra y también de la costa, por lo que tenía control sobre la fertilidad del suelo y la navegación de los pueblos.
  • Freyja: Fue una de las diosas más importantes en la mitología nórdica, la cual frecuentemente se asociaba al amor, la fertilidad y la belleza. Se cree que el origen del seidr, un conjunto de hechizos y artes mágicas, lo hizo esta diosa, además de la enseñanza de estas a los dioses del asir.
  • Skaði: Representa a la diosa del invierno en la mitología nórdica, cuyo padre fue el gigante Þjazi. Se casó con el dios del mar, Njörðr.

ECONOMÍA DE LOS GERMANOS

La economía de los germanos estaba basada en varios campos, en primer lugar en la agricultura, llevada a cabo de dos formas: en latifundio y en pequeñas propiedades. El latifundio era un terreno de gran extensión perteneciente a una sola persona, generalmente de la clase noble. Las pequeñas propiedades se cultivaban por sus propios dueños, generalmente hombres libres.
Por otro lado, la ganadería se daba en villas y fincas donde el mismo propietario se aprovechaba de sus rebaños de bovino y ovino, característicos de la región, además de contar con caballos muy bien cuidados.

PERSONAS DESTACADAS DE LOS GERMANOS

  • Arminio: Fue un guerrero germano muy hábil del pueblo de los queruscos, el cual llegó a ser ciudadano y soldado romano. Sin embargo, se le atribuyen varias hazañas de derrota contra legiones del ejército romano, por lo que se convirtió en un personaje importante entre los germanos, un símbolo de las batallas contra los romanos.
  • Teodorico el Grande: Llegó a ser rey de los pueblo ostrogodos entre los años 474 y 526, un hombre muy poderoso y de gran habilidad militar, el cual llegó a ser reconocido por los romanos como un heredero de su sangre. Posteriormente, también llegó a ser rey de Italia y la región de Hispania.
  • Alarico II: Fue rey de los visigodos entre el año 484 y el año 507. Fue yerno del rey Teodorico el Grande por estar casado con una hija ilegítima de este llamada Teodegonda. Este rey perdió en una batalla contra el pueblo franco comandado por el rey Clodoveo I, batalla en la cual se le dio muerte en el año 507.
  • Eurico: Este fue un rey de los visigodos que gobernó en plena época de decadencia del imperio romano, pero que había hecho un federato con los romanos, lo cual les permitía permanecer en la región de La Galia a cambio de pelear por Roma cuando esta lo necesitara. Además, se encargó de extender su territorio en La Galia y también hacia Hispania, aparte de luchar contra los pueblos sajones y francos, convirtiendo su reino en uno de los más poderosos de aquella época.

CULTURA DE LOS GERMANOS

La cultura de los germanos fue muy primitiva y no desarrollaron muchas artes culturales, pero se destacaron por crear sus propias lenguas y dialectos, a pesar de la fuerte influencia del latín heredado de los romanos.
Se caracterizaron por ser guerreros e independientes de otros pueblos, por lo que peleaban incluso entre ellos a pesar de ser de la misma región y origen.
Por otro lado, algunas de estas tribus germanas establecieron pactos con los romanos y los llamados federatos, a fin de beneficiarse del imperio romano y al mismo tiempo gozar de cierta libertad. Esta relación sentó la base para el posterior feudalismo presente en muchos reinos medievales.

ARQUITECTURA DE LOS GERMANOS

Estos pueblos nómadas adoptaron una arquitectura con estilo bizantino y tardoromano, añadiéndole algunos elementos particulares como por ejemplo en las iglesias (de planta centralizada y tres naves, con una cúpula encima).
Además, la arquitectura de los germanos mezclaba madera y piedra, además de madera y barro para estructuras militares con forma de valla; incorporaban paredes circulares y también fosos. Los germanos también desarrollaron más tarde el arte de los edificios circulares que resultaban muy llamativas y que se usaban en castillos, torres y motas.
Aún hoy día se conservan modelos de estructuras nórdicas como el Mausoleo de Teodorico, Santa Comba de Bande, Uppåkra hof, Baptisterio de la catedral de Fréjus, entre otros más.

ESCULTURA DE LOS GERMANOS

Los germanos desarrollaron la escultura en piedra en la decoración de edificios (aplicados en sus baptisterios e iglesias), tanto en capiteles como en relieves y sarcófagos, con un estilo tardorromano. También se hizo patente el tallado en marfil y mármol en distintos sitios bajo estilos bizantinos con formas que luego fueron utilizadas en cubiertas de libros, muy demandadas y con alto costo.
Por otro lado, la talla lítica (tallar texto/lineas sobre piedra) también se dio entre los germanos, logrando que se utilizaran posteriormente en la escritura sobre piedra como las runas, también para tallar ídolos nórdicos. Entre los objetos que fueron parte de la escultura germana se haya el Cofre de Auzon, la Cruz de Maen Achwyfan, el Carruaje solar de Trundholm, entre otros.

LITERATURA DE LOS GERMANOS

En la literatura germana, la poesía fue lo primero en surgir y con una influencia cristiana debido a las raíces romanas. En este aspecto, la poesía germana se caracterizó por tener versos aliterados.
Antes de que fuera influenciada por el cristianismo, podemos notar la poesía que relata historias mitológicas y reales en su mayor parte, como por ejemplo:
  • La Gesta de Beowulf, donde se relata todas las travesías y aventuras de este héroe nórdico
  • El Lamento de Deor, que trata de un scop que ha perdido su puesto y se sienta a recordar desventuras famosas
  • La Batalla de Brunanburh, que consiste en un relato de la victoria del rey Ethelsan y Eadmund.
Después de la llegada del cristianismo, se mantenía la misma línea de escritura, sin cambio ético. Pero más tarde, el cristianismo se fue haciendo más patente en las obras literarias, como en las de Caedmon, el primero en la lista de los poetas cristianos de origen germanos; también Cynewulf, Layamón y otros poetas cristianos.

GRANDES APORTES DE LOS GERMANOS

Entre los grandes aportes que dejaron los pueblos germanos a las nuevas generaciones fueron las siguientes:
  1. Los germanos se guiaban por normas jurídicas y judiciales basadas en la costumbre, es decir, se tomaban decisiones en base a acciones que siempre se han tomado bajo las mismas circunstancias y que han sido eficaces en el pasado. Esto llegó a conocerse más tarde en civilizaciones más nuevas como derecho consuetudinario o derecho de las costumbres.
  2. Se estableció el hecho de la igualdad entre gobernantes y gobernados, lo cual permitió reconocer que ambos deben tener derechos en común y esos derechos deben respetarse.
  3. En estas sociedades medievales, en especial los pueblos germanos, se creó una defensa para la solidaridad familiar, a pesar de que eran considerados pueblos bárbaros, para ellos era muy importante el cuidado de las familias.
  4. Para estos pueblos germanos se hizo importante el juramento, con el cual daban su palabra ante otros y debían cumplir con lo que habían dicho.
  5. Se creó/estableció un sistema de compensación pecuniario en caso de delito, donde el delincuente debía pagar una suma de dinero para compensar los daños causados a la víctima.

Información sacada de  http://mundoantiguo.net/civilizacion-germana/ 



Reino Visigodo en Hispania

El Imperio romano, que arrastró una fuerte crisis en el siglo III, terminó por desaparecer, lo que aconteció en el año 476. La causa esencial de esa hecatombre se hallaba en los graves problemas internos, tanto políticos y militares como sociales y económicos, pero también contribuyó a su caída la presión ejercida desde el exterior de sus fronteras por los denominados pueblos bárbaros, que, como es bien sabido, en su mayor parte pertenecían al grupo germánico. La península Ibérica conoció, a comienzos del siglo V, concretamente el año 409, la invasión de dichos pueblos, en concreto los suevos y los vándalos, ambos pertenecientes al tronco germano, y los alanos, estos últimos de origen asiático. Poco después hacían acto de presencia en el solar ibérico los visigodos, que habían sellado en el año 416 un pacto con Roma, con la finalidad, al parecer, de eliminar de Hispania a los invasores antes citados. De todos modos los suevos lograron asentarse en el noroeste peninsular.
El reino visigodo, se estableció en el sur de Francia. De ahí que tras la caída del Imperio romano el reino Suevo se encuentra en Gallaecia y al norte de los Pirineos con el reino visigodo de Tolosa. Poco después el Imperio bizantino, dirigido por Justiniano, que pretendía, recomponer el viejo Imperio romano de Occidente, lanzó una ofensiva en el Mediterráneo occidental, logrando establecerse en la costa mediterránea de Hispania. No obstante, desde comienzos del siglo VI, y en particular después de su derrota en Vouillé ante el rey franco Clodoveo, en el año 507, los visigodos se fueron desplazando a la península Ibérica, al tiempo que abandonaban los dominios de su antiguo reino de Tolosa.


mapa reino visigodo
Mapa del Reino Visigodo

Consolidación del Reino Visigodo en Hispania

El asentamiento vigidodo en la península Ibérica se realizó, como zona preferente, en el ámbito de la meseta, área caracterizada por el predominio de la agricultura cerealista, pero también por su escasa población y su débil desarrollo urbano. No obstante, los visigodos, comparados con el grueso de la población hispanorromana, no dejaban de ser una minoría. Ello no impidió, sin embargo, que se afirmara su poder militar y político. Se había producido un desplazamiento del reino visigodo desde la ciudad francesa de Tolosa hasta Toledo, que pasó a ser su núcleo central en el territorio ibérico. Importantes pasos en orden a la consolidación del reino visigodo de Hispania los dio el monarca Leovigildo, el cual, en el año 585, puso fin al reino suevo de Gallaecia, tras derrotar a su rey Mirón. También combatió Leovigildo a los indómitos vascones, erigiendo frente a ellos la plaza fuerte de Vitoriaco. Leovigildo, en cambio, tuvo serios problemas con su hijo Hermenegildo, el cual abrazó el catolicismo, lo que suponía dejar el arrianismo, corriente heterodoxa a la que se había adscrito, años atrás, el pueblo visigodo. No obstante, unos años más tarde, el 589, su hijo y sucesor en el trono, Recaredo, lograba la unificación religiosa, al abandonar, en el III Concilio de Toledo, la herejía arriana y aceptar los postulados de los Concilios de Nicea y Calcedonia, o lo que es lo mismo: el catolicismo. El paso decisivo hacia la unidad política del conjunto peninsular se alcanzó en las primeras décadas del siglo VII, cuando el monarca Suintila puso fin a la presencia bizantina en el litoral levantino. Los monarcas visigodos, que en un principio habían adoptado el título de reges gottorum, pasaron a llamarse reges Hispaniae, pues su soberanía se extendía sobre todo el territorio de la antigua Hispania romana, aunque en algunas comarcas, como las de los vascones, sus habitantes siguieran luchando por su independencia. El último gran paso en orden a la unificación del espacio peninsular se dio a mediados del siglo VII con el monarca Recesvinto, al promulgar, en el año 654, el Líber Iudicum, texto más conocido como el Fuero Juzgo, el cual se basaba, lógicamente, en los Principios del Derecho romano. Dicho texto suponía la unificación jurídica, a todos los efectos, entre la población hispanorromana, que era mayoritaria, y los visigodos.


conversion de recaredo
Conversión de Recaredo al cristianismo
La época de dominio visigodo, sin duda alguna, hundía sus raíces en la tradición de tiempos romanos. Al fin y al cabo los visigodos eran uno de los pueblos germánicos que más fuertemente se había romanizado, comenzando por el uso de la lengua latina. No obstante, en diversos aspectos, tanto materiales como espitiruales, se observa un retroceso con respecto a los tiempos romanos. Decayó la actividad económica, perceptible por ejemplo, en campos tan significativos como la explotación minera o la actividad mercantil. En la Hispania visigoda predominaba de forma abrumadora el mundo rural, en tanto que la vida urbana había entrado en una fase de declive. La estructura de la sociedad reproducía fielmente el esquema de la época romana. El sector dominante, del que formaban parte tanto la vieja aristocracia hispanorromana como los nobles visigodos, se caracterizaba por la posesión de grandes dominios territoriales. El sector popular incluía a los artesanos y a los pequeños comerciantes de las ciudades y, básicamente, al campesinado, la mayor parte del cual trabajaba como colono en los grandes dominios de los poderosos o de la Iglesia. Asimismo subsistían los servi, es decir, los esclavos, aunque, al parecer, en retroceso. El medio rural fue en ocasiones testigo de conmociones sociales, como las revueltas armadas de los rustici de la campiña cordobesa de tiempos del monarca Leovigildo. También parece que se propagó en amplios sectores del campesinado, sobre todo del noroeste peninsular, la herejía del priscilianismo, que tenía indiscutibles connotaciones sociales. Paralelamente se fueron gestando en la sociedad de la Híspanla visigoda los elementos que, en el futuro, habían de caracterizar a la sociedad feudal. Al tiempo que se debilitaban las relaciones de carácter público triunfaban las de índole personal. Los reyes tenían fideles regis y gardingos, que eran una especie de vasallos. Por su parte, los miembros de la alta nobleza tenían también sus propios encomendados, los bucelarios y los saiones. Asimismo en el medio rural se fortalecía de día en día la autoridad de los dueños de la tierra sobre sus cultivadores o colonos, lo que anunciaba el futuro régimen señorial.
La cultura visigoda, fuertemente impregnada de la tradición romana, estaba, no obstante, claramente al servicio de la religión romana. De ahí que las figuras más relevantes pertenecieran al ámbito eclesiástico. Con la finalidad de garantizar una buena formación del clero católico surgieron diversas escuelas episcopales de las que cabe mencionar las de Toledo, Sevilla y Zaragoza. Entre los nombres más señeros de aquel tiempo, a Braulio de Zaragoza, Eugenio de Toledo, Fructuoso de Braga, Julián de Toledo o Valerio del Bierzo. No obstante, el nombre más emblemático de la cultura de los tiempos visigodos fue, sin duda alguna, el obispo de Sevilla Isidoro. Formado en la escuela que creara en Sevilla su hermano, el arzobispo Leandro, Isidoro fue autor de numerosas obras, desde crónicas de los sucesos de la época hasta escritos teológicos y epístolas de gran calidad literaria. Isidoro fue, en otro orden de cosas, uno de los más destacados defensores de la teoría política que manifestaba la supremacía del poder espiritual sobre el temporal. Pero Isidoro de Sevilla es ante todo conocido por las Etimologías. Dicha obra, de indudables pretensiones pedagógicas y cuyo principal objetivo era salvar el legado cultural del mundo antiguo, ha sido considerada tradicionalmente como la primera enciclopedia cristiana. Las Etimologías, ejercieron una gran influencia en la Europa cristiana de los siglos posteriores.

Organización del poder del Reino Visigodo

La monarquía visigoda, no obstante, tenía unos cimientos muy débiles. Los reyes no accedían al trono por vía hereditaria, sino por elección de los poderosos, los cuales debían escoger a gentes de estirpe goda y de buenas costumbres, según se estableció en el VI Concilio de Toledo. No obstante, en la práctica, muchos monarcas lograron, por vía de una previa asociación, que sus hijos los sucedieran en el trono. Pero ello no impidió las acciones violentas contra los reyes, frecuentes a lo largo de la trayectoria del reino visigodo de Hispania. Los reyes, cuyo poder procedía de Dios, según las teorías dominantes en la época, eran auxiliados por personas de su confianza, las cuales formaban el Oficio palatino. Existían, asimismo, dos instituciones de suma importancia, el Aula Regia y los Concilios. El Aula Regia estaba integrada por magnates próximos al rey, siendo su principal función asesorar al monarca. Los Concilios eran instituciones eclesiásticas, pero en tiempos visigodos desempeñaron un papel político de primera fila, no sólo por las decisiones que en ellos se tomaron, sino también debido a que los reyes eran sus convocantes. El conjunto del reino estaba dividido en circunscripciones, herederas de la época romana, al frente de las cuales se encontraba un dux.

Caida del Reino Visigodo

Las últimas décadas del siglo VIl y la primera del VIII fueron testigo de una profunda crisis en la España visigoda. La peste causó gran mortandad en el año 693, y las malas cosechas confluían con el incremento del bandolerismo, así como con la imparable decadencia de la moralidad. Numerosos campesinos, agobiados por la creciente presión fiscal, huían de sus predios. La minoría judía, por su parte, fue objeto de drásticas medidas persecutorias. La unidad del reino visigodo estuvo a punto de resquebrajarse cuando, en las últimas décadas del siglo VII, el dux Paulo, que gobernaba la región de la Septimania, no sólo se sublevó, sino que llegó a proclamarse rey. Pero la crisis fue visible ante todo en la terrible pugna que mantuvieron dos grandes familias de la alta nobleza visigoda por ocupar el trono, las de Chindasvinto y Wamba, nombres de dos monarcas de la segunda mitad del siglo VII. Aquélla fue una auténtica guerra civil, lo que propició la invasión de Hispania por los musulmanes.


batalla de guadalete


Información sacada de  https://historiaespana.es/edad-antigua/reino-visigodo 


ARTE Y CULTURA VISIGODA

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Origen y características del arte visigodo
El arte prerrománico se define como la sucesión y conglomerado variopinto de estilos artísticos del occidente europeo desde la caída del imperio romano de occidente y la eclosión del románico como arte unificador europeo.
Capitel visigótico. Tarazona
Por tanto el término "prerrománico" abarca artes tan distintos como el ostrogodo, el irlandés, el anglosajón, el merovingio, el carolingio, el otoniano, el visigodo o visigótico, el asturiano, etc.
Arte Visigodo: Iglesia de Melque
Por tal motivo, en el contexto europeo y en el particular español, el arte prerrománico debe básicamente considerarse como una etapa o periodo entre dos grandes momentos artísticos y culturales (romano y románico) y no un "estilo histórico" concreto y definido.
Dos estilos dentro del prerrománico europeo influyen esencialmente en el nacimiento del románico. Éstos son el carolingio y el otoniano.
Ventanal visigodo de San Juan de Baños de CerratoEn España el arte prerrománico abarca una conflictiva sucesión e interrelación de tres estilos relacionados entre sí pero con distintos matices (arte visigodo, asturiano y mozárabe).
Independientemente de las posibles influencias que estos estilos españoles -sobre todo el asturiano- pudieran ejercer sobre el románico internacional, es inaceptable la consideración (a pesar de las tesis de Gómez Moreno) de que el prerrománico español desembocase en nuestro románico. El románico irrumpe en España como una arte nuevo y conformado que sustituye las tradición prerrománica española precedente.
Arte visigodo o visigótico: Quintanilla de las Viñas
Aclarado lo anterior y centrándonos en el panorama del prerrománico español que abarca desde el siglo VI hasta parte del XI, hemos de declarar que se trata de una etapa enmarañada y de estudio difícil, básicamente por dos razones:
  • La peculiar sucesión de acontecimientos históricos de la España altomedieval, con la invasión musulmana y caída del reino visigodo, la creación de la resistencia asturiana y el fenómeno del mozarabismo y repoblación. Todo ello genera disonancias y diversas interrelaciones muy difíciles de disecciones.
  • Las escasas muestras conservadas y la superposición de reformas sufridas que impiden conocer "modelos puros"
Todo ello hace que ni siquiera los mejores especialistas se pongan siempre de acuerdo sobre la pertenencia a un estilo u otro de algunos de los edificios o restos conservados. Tal es el caso, por ejemplo de la iglesia toledana de Santa María de Melque, para algunos obra de arquitectura visigoda del siglo VII-VIII y para otros mozárabe del siglo X.
Desde la caída del Imperio Romano de Occidente hasta la irrupción del románico, tres estilos artísticos conforman el panorama artístico español altomedieval: visigodo, asturiano y mozárabe.
Corona de Recesvinto
La arquitectura y arte visigodo ocupa teóricamente los siglos V, VI y VII. Decimos teóricamente por que durante mucho tiempo el arte predominante siguió siendo el hispanorromano anterior. Solo en el siglo VII se puede hablar de un arte visigodo o hispanovisigodo propiamente dicho.
Arte visigodo: San Juan de Baños


Información sacada de https://www.arteguias.com/visigotico.htm


HISTORIA DE BIZANCIO
Bizancio y el Imperio Bizantino suele ser un periodo de la historia frecuentemente inadvertido o infravalorado en la historia de la Edad Media en Europa.
Es un craso error frecuente en la enseñanza de la historia reducir a un segundo plano el recorrido histórico de un milenio de imperio bizantino. Incluso aunque se trate de dar mayor importancia a la historia de la Europa occidental donde España se encuentra, se verá que Bizancio intervendrá de manera decisiva en múltiples asuntos de Occidente.
Santa Sofía. Gloria de la cultura y arte de Bizancio
Siendo cierto que el Occidente medieval miró más al antiguo Imperio de Occidente como modelo a seguir en su azarosa trayectoria, no hay que olvidar que Bizancio brilló con luz propia durante nada menos que 1.000 años y que influyó decisivamente en la cultura y el arte de la Europa occidental
Edificada sobre el asiento de la antigua Bizancio, la ciudad de Constantino se llamó primero Nea-Roma y durante toda la Edad Media creyó conservar la sucesión del antiguo Imperio romano.
El emperador bizantino continuaba llevando el calificativo de Augusto. Había en Constantinopla cónsules y Senado, como en Roma, y hasta muy entrada la Edad Media los documentos se redactaron en griego y en latín.
Pero nunca Constantinopla pudo hacer valer completamente sus derechos a las provincias occidentales. Justiniano recobró a Italia y África del Norte, pero se perdieron otra vez por las invasiones de los longobardos y de los árabes.
En las Galias y en España, aunque a veces los monarcas francos y visigodos se dirigieron al emperador de Constantinopla como al soberano universal, de hecho se consideraban independientes.
El suceso histórico que obligó a Bizancio a renunciar a la doctrina del Imperio universal y aceptar el hecho consumado de un emperador germánico para las provincias occidentales fue la conquista progresiva de grandes espacios de territorio (incluyendo el sur de Europa) por parte del Islam.
Es un falso tópico suponer que Bizancio permaneció en continuada decadencia y que sus emperadores fueron una serie de monarcas incapaces.
El principal problema que vivió Bizancio, además de sus conflictos políticos, fue el de la religión. Bizancio se hallaba al margen de la cristiandad, y era natural que allí aparecieran de continuo nuevas herejías, que repercutieron siempre en la vida política ocasionando a veces cambios de dinastías.
La Iconoclastia bizantina
Uno de los hechos históricos más conocidos de Bizancio es la querella sobre el culto de las imágenes.
Icono bizantino del siglo XIV que representa al Arcángel Gabriel
El iniciador de esta crisis religiosa fue León III a comienzos del siglo VIII, posiblemente por su contacto con los musulmanes a los que combatía y sus sucesores (especialmente su hijo Constantino V) fortalecieron el cerco contra el culto a todo tipo de reliquias y representación de santos y la divinidad, lo que incluía estatuas, pinturas y mosaicos.
En la segunda mitad de este siglo la prohibición iconoclasta se convirtió en persecución y martirio de muchos que no se plegaron a la reforma. De hecho Bizancio quedó divida religiosamente en los partidarios de una y otra tendencia.
TeodoraEl clímax del enfrentamiento civil llegó durante el gobierno de León V cuando éste fue asesinado por los iconófilos por su implacable defensa de la iconoclastia.
El periodo iconoclasta llegará a su fin con la emperatriz Teodora que recupera la ortodoxia religiosa en el año 843, Había pasado un siglo de división religiosa en Oriente que había afectado gravemente la relación la Iglesia de Occidente.
De hecho, en el año 731, el papa de Roma reaccionó excomulgando a todos los que se oponían al culto tradicional. Se estaba poniendo la primera piedra en las desavenencias entre las iglesias de Roma y Bizancio, que al cabo del tiempo desembocaría en el Cisma de Oriente acaecido en el año 1054.
La Cuarta Cruzada y el Saqueo de Constantinopla
El Imperio bizantino chocó contra el nuevo Islam desde su nacimiento y durante varios siglos. Sin embargo, a fines del primer milenio, el Imperio bizantino había llegado a un razonable concierto con los árabes.
Cuando los primeros cruzados llegaron a Constantinopla, el Imperio bizantino se encontraba rodeado de aliados que le respetaban y de enemigos que le temían.
Santa SofíaYa hemos explicado cómo, consciente de su fuerza y de sus derechos, el emperador Alejo pudo obtener de los jefes de la expedición que le prestaran homenaje. Iban a establecerse señoríos en las tierras que conquistarían de los sarracenos; estaba, pues, dentro de la mentalidad de la época que tenía que haber un príncipe, de quien todos serían feudatarios. El príncipe no podía ser el emperador germánico, porque Siria y Palestina habían sido provincias sujetas al Imperio bizantino; no podía ser el Papa, porque era cismático; el único que podía recibir el homenaje imperial era, pues, el Augusto de Constantinopla. Y, en efecto, uno tras otro, los cruzados le reconocieron como superior jerárquico, a pesar de haber sido excomulgado por Roma. Naturalmente que esta dependencia fue sólo pura fórmula, y a cambio de auxilios que les prometió el emperador; pero, así y todo, los cruzados consintieron en colaborar con aquel monarca no católico, por las esperanzas que les dio de eficaz apoyo.
Miniatura que representa la conquista de Constantinopla por los cruzados
Durante casi un siglo pasaron por Constantinopla los ejércitos de las tres primeras cruzadas en su camino hacia Tierra Santa y durante todas aquellas campañas el Imperio Bizantino no había sido afectado decisivamente, ni a favor ni en contra.
Pero esta situación iba a cambiar pronto y de forma desgraciada para Bizancio con los despropósitos de la Cuarta Cruzada.
Esta Cuarta Cruzada casi nace ocasionalmente por el ardor guerrero y de aventura de ciertos nobles franceses pero con escasos sentimientos religiosos.
Para el viaje debieron contar con la colaboración de la poderosa flota veneciana que pronto compartió la aventura de los latinos.
Pero sucedió algo que es recurrente a lo largo de la historia y que los españoles conocemos bien. Los conflictos intestinos en Bizancio propiciaron la incursión cruzada para posteriormente apoderarse del imperio. En efecto, un sobrino del emperador Alejo III, también llamado Alejo, que pretendía el trono de Bizancio, ofreció a franceses y venecianos riquezas y ayuda en la conquista y conservación de Palestina a cambio de colaboración militar para derrocar al emperador.
Venecianos y latinos cumplieron su parte del pacto. Llegaron a Bizancio en junio de 1203 y conquistaron la ciudad, derrocando al emperador y colocando en el trono al ambicioso Alejo IV.
Alejo IV
Los roces entre latinos y bizantinos y las dificultades de Alejo IV para pagar a los cruzados su contraprestación por ayudarle a ceñirse la corona de emperador, desataron la ira y ambición de franceses y venecianos que saquearon salvajemente Constantinopla, sin respetar personas o lugares tan emblemáticos como bibliotecas e iglesias.
Después de tomar el palacio imperial las tropas latinas son autorizadas por sus jefes al pillaje y bandidaje nada menos que durante tres días, provocando tanta muerte y destrucción que provocó el estupor del propio papa y de varios historiadores cristianos de la época. El botín obtenido fue enorme.
El Imperio Latino de Oriente
La decisión improvisada de crear un imperio latino en oriente se consuma en 1204 cuando Balduíno, conde de Flandes, es elegido por un comité de delegados venecianos y franceses para ser coronado emperador.
Recreación de Constantinopla en el momento de la conquista latina
Después vino el reparto de la tierra: los venecianos se adjudicaron el Epiro, el Peloponeso, el archipiélago jónico y Galípoli. Hasta de Constantinopla quisieron tres octavas partes, incluyendo el barrio donde estaba Santa Sofía y poniendo por patriarca a un veneciano llamado Tomás Morosini.
Uno de los jefes de los cruzados, Bonifacio de Montferrato, se quedó con Tesalia y Macedonia. Enrique de Flandes fue nombrado señor de Adramítum; Hugo de San Pol, señor de Demótica; Luis de Blois, duque de Nicea, etc.
La conclusión es que la nueva Bizancio latina (llamada Imperio de Romania) se había fragmentado en una organización feudal (convertida en un conjunto de feudos) cuyos nobles tenían poder casi absoluto mientras que el propio emperador latino sólo tenía autoridad en sus propios territorios.
La mayor de las paradojas es que la Cuarta Cruzada, que tenía como objetivo la recuperación de Tierra Santa, se disolvió inmediatamente después, en 1205, sin que sus ejércitos siquiera se hubieran acercado a Jerusalén tras siete años desde sus inicios.
Pronto, el malestar de los bizantinos provocó revueltas que aprovecharon algunos descendientes de la depuesta familia imperial para plantar cara a los usurpadores latinos.
De esta guisa, el bizantino Miguel Paleólogo logra apoderarse de Constatinopla y expulsar al emperador Balduíno II en el año 1261, acabando con el Imperio Latino de Oriente.
El ocaso de Bizancio
A pesar de esta recuperación del poder de Bizancio por los propios bizantinos, el daño que los latinos habían hecho al imperio era ya irreparable. Aquellos cincuenta años de feudalismo y de guerras incesantes habían destruido la organización secular que tenía sus raíces en la de la vieja Roma.
Estatua de Constantino XI, último emperador de Bizancio, muerto en el asedio de los otomanosA partir de entonces y durante los siglos bajomedievales, la debilidad del Imperio bizantino permitió las continuas correrías de genoveses, venecianos, franceses, florentinos, navarros y catalanes que se apropiaban de islas o comarcas sin demasiada resistencia.
Ya, desde aquel momento, Bizancio no fue más que una débil valla para el Islam, y los turcos otomanos hubieron de acabar en 1453 lo que tan eficazmente habían empezado los protagonistas de la Cuarta Cruzada.
Bizancio en el campo de las artes, filosofía y ciencia
La influencia de Bizancio sobre la cultura y el arte occidental fue enorme y sólo en las últimas décadas se viene reconociendo tal hecho. Hasta hace poco los historiadores consideraban que tal impronta había sido relevante tras el saqueo de Constantinopla por los cruzados, pero hay que añadir que, para entonces, el influjo cultural bizantino había dado sus frutos durante siglos en la Europa occidental.
En ciencia y filosofía, Bizancio conservó los conocimientos de la civilización griega y romana por lo que influyó decisivamente (junto al Islam) en el despertar de la actividad filosófica de Occidente en el siglo XII y que acabó por engendrar la Escolástica.












Información sacada de https://www.arteguias.com/bizancio.htm


EL IMPERIO CAROLINGIO

    Los antecedentes a la creación del Imperio Carolingio

    En el año 768, fallecía Pipino el breve, el cual había llegado a la Corona de Francia tras una serie de intrigas palaciegas. De esta manera como era frecuente entre las tribus germanas, legó su reino a sus dos hijos, Carlos y Carloman. Carlos heredaba los territorios de Austrasia, Neustria y Aquitania, mientras que Carloman obtenía los territorios de Aquitania interior, Septimania, Alamania, Alsacia, Provenza y Borgoña.
    Así podemos observar como el hijo primogénito, Carlos, había heredado los territorios más complicados de los que poseía su padre, teniendo que hacer frente a diversas rebeliones, mientras que su hermano reinaría en unos territorios de interior, los cuales habían sido sofocados tiempo atrás.
    En el año 771, moría Carloman, dejando una viuda y varios hijos, estos no tuvieron la oportunidad de reinar, debido a que Carlos, rápidamente se apoderó de los territorios de su difunto hermano. A partir de ahí encontraremos la gestación del denominado Imperio carolingio.

    Características del Imperio Carolingio

    Dentro de las características del imperio carolingio, encontraremos:
    La política interior
    Carlomagno, para gobernar el extenso territorio que fue obteniendo a lo largo de su reinado, tuvo que dividirlo en:
    • Condados: era una circunscripción administrativa en la cual el conde (designado por el rey) tenía el poder judicial, el poder militar (con la obligación de tener contingentes preparados para la guerra) y debía cobrar los impuestos.
    • Marcas: eran las zonas de frontera del imperio, es decir, núcleos inestables donde la presencia militar debía de ser obligatoria. estas estaban en manos de los marqueses, como ejemplo podemos poner la marca hispánica, la cual abarcaba hasta Barcelona.
    • Ducados: pertenecía a los duques, es decir, el rango más elevado dentro de la nobleza. Eran territorios autónomos al imperio, pero que debían una serie de tributos a este.
    El emperador, era el que poseía el máximo poder, este era el único que podía convocar a los ejércitos, administrar la justicia real y designar a los nobles. Dependiendo del carácter del emperador, los nobles tendrían más o menos fuerza.
    La economía
    La base económica del Imperio Carolingio será la propiedad territorial, es decir, la agricultura fue la fuente de esta. Pues el comercio era insignificante, se reducía a la compraventa de elementos y productos agrícolas en su mayoría.
    Tenemos que tener en cuenta que nos encontraremos ante una fuerte recesión económica, en primer lugar debido al cierre del comercio en el mediterráneo por el avance del islam. En segundo lugar por la escasez de metales preciosos, es decir, las antiguas minas estaban agotadas y con ello la producción de monedas de alta calidad para poder comerciar y traer artículos lujosos era casi imposible.
    Esto hizo que la pequeña y mediana propiedad fuera desapareciendo, mientras que los terratenientes se iban haciendo cada vez más ricos y fuertes (sistema feudal). Será en estos enormes territorios donde encontraremos un sistema de autarquía, es decir, en el cual se abastecían de todo lo que necesitaban, sin necesidad de tener entramados comerciales con otras zonas.
    La cultura y el arte durante el Imperio Carolingio
    Un elemento muy importante dentro de las características del Imperio carolingio lo encontramos aquí, pues en el año 800 se dice que acaeció el Renacimiento carolingio, debido a que el propio Carlomagno, que no tenía una gran cultura.
    Se preocupó por elevar el nivel cultural de su imperio, creando así la escuela palatina de Aquisgrán, donde se formaban los hijos del emperador y los hijos de todos los funcionarios de la corte. Fue un modelo para las demás escuelas europeas, dándose entre sus muros: artes, ciencias, letras y todo el conocimiento de la antigüedad (retórica, gramática, dialéctica, geometría, astronomía, aritmética y música).
    Por otro lado el arte como tal, estaba basado en el arte clásico griego y en el cristiano, aunque tenía además influencias bizantinas.
    Imperio Carolingio - Resumen breve - Características del Imperio Carolingio

    Territorios conquistados por Carlomagno:

    Veamos ahora el mapa del Imperio Carolingio. Este mapa territorial, nos marca a simple vista la complejidad de los territorios conquistados por Carlomagno, estas conquistas comenzaron en el año 773, en el cual fue a auxiliar al Papa Adriano, que estaba siendo acosado por los lombardos, de esta manera anexionó todos los territorios salvo Spoleto y Benevento.
    Del mismo modo entre el 772-804 encontraremos una serie de campañas destinadas a acabar con los sajones, llegando a ampliar sus fronteras hasta el este del río Elba. En aquellas tierras, para luchas contra el paganismo, decidió crear una serie de diócesis para poder cristianizar de una manera más intensa dicha zona.
    En el año 788 el duque de Baviera, Tasilón II se rebeló contra Carlomagno, y de esta manera el emperador anexionó mediante la fuerza militar el territorio, llegando hasta lo que es Austria actual y parte de Croacia.
    De esta manera el Imperio carolingio se extendía desde el suroeste de los pirineos hasta Austria, incluyendo el norte de Italia. Lo que nunca llegaron a conquistar los francos fue la Bretaña, que perteneció en manos sajonas hasta bien entrada la Baja Edad Media.
    Imperio Carolingio - Resumen breve - Territorios conquistados por Carlomagno:
    Fuente: Historia Universal

    El final del Imperio de Carlomagno

    Carlomagno tuvo varios hijos, aunque solo Luis el piadoso sobrevivió. Entre el año 814-840 tuvo que resistir tres guerras civiles y a su muerte el imperio fue dividido por el tratado de Verdún (843) en tres:
    • Aquisgrán y Roma: fue para Notario I, el mayor de los hermanos y emperador desde el año 817 hasta su muerte. Tras el esto sus territorios se dividieron en Lotaringia, Burundia e Italia, pasando a manos de sus dos hijos. estos territorios más tarde pasarían al Sacro Imperio Romano Germánico.
    • Alemania (futuro Imperio Romano Germánico): le fue concedido a Luis el germánico.
    • Francia: le fue dada a Carlos el calvo, el cual tuvo problemas con su sobrino Pepino II de Aquitania, por unos territorios.
    Poco a poco se fueron dando una serie de subdivisiones que irían creando el mapa político que marcaría el inicio de la Plena Edad Media y de los futuros reinos europeos actuales.
    En el año 987 moría el ultimo rey de la dinastía carolingia, Luis V, el cual reinó en Francia.
    Información sacada de https://www.unprofesor.com/ciencias-sociales/imperio-carolingio-resumen-breve-1745.html

    BIOGRAFÍAS

    Leovigildo

    Rey de los visigodos (?, ? - Toledo, 586). Fue asociado al Trono por su hermano Liuva I (elegido rey en el 567) en el año 568, como forma de evitar una guerra civil entre ambos después de la muerte de Atanagildo. Leovigildo reforzó su poder casándose con la influyente viuda de Atanagildo, Goswinta, y se encargó de gobernar los territorios visigodos en la península Ibérica, mientras su hermano dominaba la Septimania, última provincia que les quedaba a los visigodos en las Galias. La muerte de Liuva en el 571 permitió a Leovigildo erigirse en único monarca y gobernar la totalidad del reino.
    Puede decirse que fue Leovigildo quien convirtió definitivamente el reino visigodo en un Estado hispánico: fijó la capital en Toledo; contuvo en sendas campañas militares a los otros dos poderes presentes en la Península, representados por los asentamientos bizantinos del sureste (571) y por el reino suevo del noroeste (573-76); venció definitivamente a este último, incorporando Galicia a sus dominios (585); aplastó la rebelión de la aristocracia bética en el sur (572); rechazó un intento de los burgundios por arrebatarle Septimania (585); sometió a los cántabros (574), a los vascones (fundando para controlarlos la ciudad de Vitoria) y a otros pueblos del norte.
    Pero la labor de Leovigildo no se limitó a la expansión territorial del reino visigodo por medio de campañas guerreras; también lo consolidó mediante reformas internas. Convirtió la monarquía electiva tradicional de este pueblo germánico, procedente de su época nómada, por una monarquía hereditaria en su propia familia; para ello asoció al Trono a sus hijos Recaredo y Hermenegildo en el 573; un posterior intento de rebelión de este último fue abortado sin contemplaciones, dejando a Recaredo como único heredero.
    Inspirándose en el modelo del Imperio Bizantino, reforzó la majestad y el poder simbólico del monarca, enriqueciendo el ceremonial cortesano y acuñando monedas de oro. Y realizó múltiples reformas administrativas, judiciales, fiscales y militares, tendentes todas ellas a la centralización del poder y a la sumisión de la nobleza.
    El principal fracaso de su reinado estuvo en la política religiosa, pues no consiguió imponer a la población hispanorromana la fe arriana de la casta dominante goda; la rebelión de Hermenegildo -convertido al catolicismo- en 579-84 mostró la virulencia del conflicto religioso latente, al sublevar de nuevo a las ciudades de la Bética. Leovigildo reforzó desde entonces la persecución de los católicos; pero la resistencia autóctona le aconsejó cambiar de actitud hacia el final de su vida, favoreciendo quizá la posterior conversión de su hijo y sucesor, Recaredo, a la fe católica.

    Recaredo I

    (?-Toledo, actual España, 601) Rey de los visigodos (586-601). Subió al trono a la muerte de Leovigildo, en el 586, y rápidamente maniobró para adoptar el catolicismo como religión, lo que le reportó una fuerte oposición de los sectores más tradicionalistas de la sociedad visigótica, que veían en el arrianismo una seña de identidad cultural.
    Recaredo esperaba poder utilizar su conversión al catolicismo para reforzar el poder real y al mismo tiempo impedir que el reino franco de la Galia pudiese atacarle aprovechando la dualidad de religiones que dividía a la población de la aristocracia germánica gobernante. Convocó un sínodo en el cual hizo abjurar del arrianismo a los obispos visigodos, a lo que siguió la conversión del resto de los arrianos. Esto no se llevó a cabo sin tensiones: los obispos Sunna, de Mérida, Athaloco, de la Septimania, y Uldila, de Toledo, junto con Goswintha, la madrastra de Recaredo, iniciaron una revuelta que fue rápidamente sofocada debido a su mala coordinación.
    Tras la derrota de los francos que habían acudido a la Septimania en apoyo de Athaloco, hubo varios intentos de acercamiento, por vía matrimonial, entre ambas partes contendientes; fracasada esta vía, se reanudaron las hostilidades, con la invasión de la Septimania por parte de los francos, a los que venció en Carcasona el dux Claudio.
    El tercer concilio de Toledo (589) sirvió para ratificar la abjuración del arrianismo tanto del monarca como de los dignatarios del reino, y para sentar las bases de lo que sería la futura estructura política y religiosa del reino visigodo, en la que el rey aparecía como guía y pastor de la Iglesia y a ésta se le asignaba el papel de guardiana del poder civil; al mismo tiempo, se establecieron los sínodos provinciales.
    El resto del reinado de Recaredo transcurrió en una paz relativa, interrumpida por algunos enfrentamientos con los bizantinos en el sur, así como por escaramuzas con los vascones. Su obra legislativa se caracterizó por favorecer a la aristocracia y la Iglesia, así como por la promulgación de las primeras leyes contra los judíos.

    Recesvinto

    (?-Gerticos, Valladolid, 672) Rey de los visigodos (649-672). En el 649 fue asociado por su padre, Chindasvinto, al trono, que ocuparía cuatro años más tarde. Sofocó la rebelión del noble Froya, quien, aliado a los vascones, había sitiado Cesaragusta (653). Convocó el VIII Concilio de Toledo (653), en el que se otorgó a los obispos y a ciertos nobles el derecho a elegir rey. En el 655 y 656 convocó también los concilios IX y X de Toledo. En 654 promulgó el Liber Iudiciorum, código inspirado en el derecho romano donde se recogía el derecho consuetudinario del pueblo visigodo. En el campo político y militar no pudo superar las divisiones internas que iban debilitando la monarquía visigoda y que pronto provocarían su caída bajo el ataque de los musulmanes del N de África.

    Don Rodrigo

    Último rey visigodo de España (?, ? - Guadalete, Cádiz, 711). Era el duque de la Bética (actual Andalucía), aunque sus verdaderos orígenes permanecen envueltos en la leyenda. Al morir el rey Vitiza en el 710, encabezó una revuelta nobiliaria que se oponía a su hijo y sucesor, Ágila II; éste fue apartado del Trono por una asamblea que eligió como rey a Rodrigo. Pero la descomposición del reino visigodo estaba muy avanzada. Además de las tensiones internas entre facciones rivales (pues los hijos de Vitiza siguieron teniendo partidarios), Rodrigo hubo de luchar contra la insumisión de los vascones en el norte de la Península.
    Mientras tanto, los árabes del norte de África, bajo el mando de Musa ibn Nusair, aprovecharon las disensiones internas de los godos para penetrar en Hispania con la connivencia del gobernador de Ceuta, el conde vitizano don Julián. Las fuerzas de Rodrigo rechazaron una pequeña expedición árabe que pasó el estrecho de Gibraltar en el 710, capitaneada por Tarif; pero sucumbieron a una segunda mayor, que dirigía Tariq ben Ziyad, en el 711.
    El propio rey murió en la batalla de Guadalete (o Wadi Lakka, nombre árabe del río andaluz donde se produjo el encuentro entre las tropas de Rodrigo y de Tariq). Con ella se inició la conquista musulmana de la península Ibérica, a la que apenas pudieron ofrecer resistencia los visigodos, encabezados por Ágila II hasta el año 716.

    Justiniano I el Grande

    (Flavius Petrus Sabbatius Justinianus; Tauresio, Macedonia, 482 - Constantinopla, 565) Emperador bizantino. Procedía de una familia tracia muy humilde, encabezada por su tío Justino, el cual había ascendido en el ejército hasta ser nombrado emperador (518). Justino I no tuvo descendencia y designó como sucesor a Justiniano, asociándole al trono en el 527 (el mismo año en que murió).

    Desde entonces hasta su muerte, se aplicó con energía a revitalizar el Imperio de Oriente, contando con la inestimable ayuda de su esposa, la emperatriz Teodora(una ex actriz de grandes cualidades intelectuales, que participó en tareas de gobierno hasta que murió en el 548). Justiniano centralizó y reformó la Administración, reforzó el absolutismo monárquico y el ceremonial cortesano, sometió a la jerarquía eclesiástica convirtiéndola en instrumento del poder imperial y emprendió grandes construcciones (como la basílica de Santa Sofía de Constantinopla).
    Tras asegurar la frontera oriental conteniendo a los persas («Paz Perpetua», 532), se propuso la reunificación del Imperio Romano, reconquistando los amplios territorios perdidos en Occidente con ayuda de sus generales Belisario y Narsés. Aunque no lo consiguió del todo, sí recuperó de manos de los bárbaros el norte de África (arrebatado a los vándalos en el 534), Italia (arrebatada a los ostrogodos en el 540) y una franja del sureste de la península Ibérica (arrebatada a los visigodos en el 554); restauró así la unidad imperial de las riberas del Mediterráneo, a falta sólo de las costas de Marruecos, la Tarraconense y la Galia.
    Tan importante o más que sus acciones de conquista fue el impulso que dio a la codificación del derecho romano, controlando personalmente una comisión de expertos que lo recopiló, simplificó, armonizó y unificó en un Corpus Iuris Civilis (529). Estaba compuesto por un código de leyes imperiales vigentes (el Código Justiniano), una recopilación de dictámenes jurídicos (el Pandectas Digesto) y un manual para la enseñanza del derecho (Instituciones). Las leyes promulgadas por el propio Justiniano después de la promulgación del Corpus Iuris Civilis (534) fueron recopiladas y añadidas a aquél en las Novelas.
    La importancia de estos códigos va más allá de lo que supuso de racionalización y de reforzamiento del poder imperial en Bizancio: desde entonces constituyeron la base del derecho imperial bizantino; pero fue también a través de ellos como se produjo la recepción del derecho romano en Europa occidental a partir del siglo XII, sentando las bases para una cultura jurídica común en gran parte de las naciones europeas actuales (las que tienen un derecho civil de raíz romana).
    Sin embargo, Justiniano fue un emperador impopular. Sus campañas exteriores y sus grandes construcciones arquitectónicas incrementaron los gastos del Estado, haciendo aumentar la presión fiscal. En el 532 estalló contra él una insurrección popular (la Revuelta de Nika), que fue ahogada en sangre por Teodora y Belisario(unos 30.000 muertos).
    También existieron disidencias religiosas: Justiniano persiguió a los seguidores de Arrio y de Nestorio, pero no se atrevió a hacer lo mismo con los monofisitas; aunque era un ortodoxo convencido (partidario de las tesis del Concilio de Nicea), no consiguió restablecer del todo la sintonía con el Papado, para no enemistarse con las tendencias monofisitas, muy extendidas en Oriente y especialmente en Siria y Egipto. A su muerte, recibida con júbilo por el pueblo, gran parte de su obra se vino abajo, pues Bizancio perdió la mayor parte de los territorios ganados en Occidente y se convirtió definitivamente en un Imperio oriental.

    Carlos Martel

    Fundador de la dinastía Carolingia, que reinó en Francia y Alemania entre los siglos VIII y X -aunque él mismo no recibió nunca título de rey- (?, h. 688 - Quierzy-sur-Oise, Francia, 741). Carlos era hijo bastardo del mayordomo de Austrasia, Pipino II de Herstal, que se hizo con la gobernación del reino franco aprovechando la debilidad de los últimos soberanos Merovingios. Sucedió a su padre en el 714, pasando por delante de los hijos legítimos de aquél. Tras hacer frente a las tendencias secesionistas de Neustria, sometió Frisia, Sajonia, Turingia y Baviera, restableciendo la unidad del reino franco y extendiendo sus dominios.
    Pero su lugar en la Historia se lo debe, sobre todo, a su victoria en la batalla de Poitiers (732), en la que derrotó al emir árabe Abderramán, deteniendo el avance del Islam hacia Occidente. Aprovechó la victoria para someter las regiones meridionales del reino, Provenza y Aquitania (cuyo duque había sucumbido al avance musulmán). De esa época data su sobrenombre de Martel, que alude a la fuerza con que modeló, como un martillo, la Europa de su tiempo.
    Aunque de hecho fue un rey, no se atrevió a asumir la soberanía en detrimento de los Merovingios, paso que daría su hijo; él se limitó a titularse mayordomo único del reino de los francos (desde el 737).
    Su costosa obra de unificación territorial estuvo a punto de desaparecer tras su muerte, pues dejó repartidos sus dominios entre sus hijos Carlomán y Pipino. Sólo la posterior retirada de Carlomán a un monasterio (751) reunificó la herencia carolingia en el que sería primer rey de la dinastía, Pipino, el Breve.

    Pipino el Breve

    Rey de los francos, primero de la dinastía Carolingia. (Jupille, Bélgica, h. 715 - Saint-Denis, Francia, 768). Era hijo de Carlos Martel, que le dejó en herencia el poder político que los Carolingios ejercían bajo los reyes Merovingios como mayordomos de sus palacios. Pipino recibió en el 741 Neustria, Borgoña y Provenza, mientras que su hermano menor, Carlomán, recibía Austrasia, Suabia y Turingia; los restantes territorios eran compartidos.

    Pero en 747 Carlomán ingresó en un monasterio, de manera que Pipino el Breve quedó como único dueño del poder. Apoyándose en una estrecha alianza con el papa Zacarías, en el 751 decidió deponer por incapacidad al último rey Merovingio, Childerico III, y hacerse proclamar rey de los francos en Soissons.
    Tras haber reorganizado la Iglesia en sus reinos, Pipino terminó de saldar su deuda con el Papado auxiliándole en dos campañas militares contra sus enemigos lombardos (754 y 756). El papa Esteban II le coronó y le nombró «protector de los romanos» en el 754 (paso importante para las futuras veleidades imperiales de los Carolingios) y Pipino, a cambio, entregó al papa los territorios de la Pentápolis y el Exarcado de Rávena que había arrebatado a los lombardos, dando así origen a los Estados Pontificios (Donación de Pipino, 756).
    Por otro lado, prosiguió la política expansionista de sus predecesores, extendiendo las fronteras del reino franco a costa de los sajones y de los árabes (a quienes arrebató la Septimania); Pipino el Breve reafirmó asimismo su dominio sobre Aquitania y redujo Baviera a vasallaje. Con todo ello dejó preparado el terreno para la obra de su hijo y sucesor, Carlomagno.

    Carlomagno

    (Carlos I el Grande; Aquisgrán, 742 - Aix-la-Chapelle, 814) Monarca germánico que restauró el Imperio en Europa occidental. Hijo primogénito del rey de los francos, Pipino el Breve, heredó el trono al morir su padre (768) y lo completó con los territorios orientales concedidos a su hermano Carlomán, al morir éste en el año 771.

    Su política expansiva continuó con la conquista y anexión del reino lombardo (el norte de Italia), realizada en el 774, mediante una alianza de los francos con el Papado. Dominada Italia (aunque pervivían tendencias particularistas, especialmente fuertes en los ducados meridionales de Spoleto y Benevento), Carlomagno concentró sus energías en la conquista de Sajonia (norte de Alemania), empresa que le exigió dieciocho campañas sucesivas entre los años 772 y 804.
    Carlomagno dominaba así el más importante reino de la Europa de su época; pero para mantenerlo tuvo que combatir continuamente: unas veces contra rebeliones o resistencias internas y otras para asegurar las fronteras contra enemigos exteriores.
    Entre estas últimas cabe destacar la guerra contra los ávaros en la frontera oriental, que le llevó a dominar los territorios actuales de Hungría, Croacia y parte de Serbia; y también un intento infructuoso de penetrar en España, abortado por la derrota que le infligieron los vascos en la batalla de Roncesvalles (778), pero que le sirvió al menos para crear una Marca Hispánica sometida al reino franco, que iba de Pamplona a Barcelona.
    La extensión geográfica del reino de Carlomagno correspondía a la totalidad de lo que hoy son Francia, Suiza, Austria, Bélgica, Holanda y Luxemburgo, y la mayor parte de Alemania, Italia, Hungría, la República Checa, Eslovaquia y Croacia. Ha sido considerado por ello un predecesor de la unidad europea. Ningún monarca había reunido en su mano un territorio tan extenso desde la caída del Imperio Romano (476); por lo que no es de extrañar que la idea de la restauración imperial se abriese paso, ligada a la alianza estable que Carlomagno mantuvo con el Papado.
    El día de Navidad del año 800 el papa León III coronó a Carlomagno emperador, dando comienzo así un nuevo Imperio germánico, que perviviría hasta comienzos del siglo XIX. Aunque la continuidad de este Imperio germánico con el Imperio Romano de Occidente, desaparecido tres siglos antes, era una ficción, la restauración de la idea imperial significaba una aspiración a un poder universal por encima de los príncipes de los distintos reinos, que sería la contrapartida temporal de la supremacía del papa en lo espiritual. Esta peculiar alianza y complementariedad del emperador con el papa daría lugar a una pugna por la supremacía entre ambos poderes, que se prolongaría a lo largo de la Edad Media.
    En una época caracterizada por el alto grado de violencia y de anarquía que presidía la vida social, el Imperio carolingio fue un gran esfuerzo de organización político-administrativa. Aunque no había una capital fija (la capital del Imperio estaba donde se encontrara el emperador con su corte), la ciudad germánica de Aquisgrán cumplió esas funciones de manera casi permanente. Desde allí, una Cancillería, a cuyo frente se encontraba un clérigo culto, dirigía los asuntos tanto civiles como eclesiásticos; el control del territorio estaba en manos de los condes, salvo en las marcas fronterizas, organizadas militarmente; y unos enviados del emperador (missi dominici) supervisaban la administración en cada rincón del territorio.
    La religión cristiana constituía un elemento cultural de integración, de estabilidad y de orden social, que el emperador se encargó de cultivar: protegió a los monasterios y procuró extender la fe cristiana hacia el norte (imponiéndola por la fuerza a los sajones).
    Sin embargo, aquel gran conglomerado territorial no sobrevivió mucho tiempo. El propio Carlomagno había previsto que, a su muerte, el Imperio se repartiera entre sus tres hijos; pero la muerte de dos de ellos retrasó la fragmentación hasta el momento en que murió el único sucesor superviviente, Ludovico Pío, que también dividió el Imperio entre sus tres hijos (Tratado de Verdún, 843). La dinastía Carolingia siguió al frente del Imperio hasta comienzos del siglo X, y en el Trono de Francia, hasta el 987.

    Luis I el Piadoso o Ludovico Pío

    (Chasseneuil, actual Francia, 778-cerca de Ingelheim, actual Alemania, 840) Rey de Aquitania (781-817) y emperador de Occidente (814-840). Hijo del emperador Carlomagno y de Hildegarda de Suabia, fue coronado rey de Aquitania en Roma por el papa Adriano I en el 781, cuando contaba sólo tres años de edad. En el 798, Luis el Piadoso recibió de su padre el control de la frontera meridional del Imperio de Occidente, por lo que impulsó la colaboración con los hispanovisigodos refugiados en la Septimania y, en el 801, arrebató a los musulmanes la ciudad de Barcelona, aunque fracasó en sus intentos de conquistar Tortosa (808) y Huesca (812).

    En el 814, a la muerte de Carlomagno, Luis I subió al trono imperial, siendo coronado dos años más tarde en Reims por el papa Esteban IV. Por la Ordinatio imperii del 817, designó coemperador a su primogénito Lotario, de quien se reconocieron vasallos sus otros dos hijos: Luis, rey de Baviera, y Pipino, rey de Aquitania.
    En el 829, seis años después del nacimiento de su hijo Carlos, fruto de su segundo matrimonio, Luis el Piadoso decidió concederle el reino de Alemania. Este hecho provocó la rebelión de los tres hijos mayores, que, en mayo del 830, consiguieron derrotar y destronar a su padre, proclamando emperador a Lotario. En octubre de aquel mismo año, sin embargo, la Asamblea de Nimega restableció a Luis I en el trono imperial.
    A partir del 833, las guerras familiares volvieron a resurgir, esta vez bajo la instigación del papa Gregorio IV. Tras la muerte de Pipino I de Aquitania (838), en mayo del 839, el emperador convocó la Asamblea de Worms, que estableció una nueva división del imperio: Carlos el Calvo recibió la mitad occidental, Lotario la mitad oriental y Luis el Germánico se tuvo que conformar con Baviera. Al año siguiente, Luis el Piadoso murió mientras atravesaba el Rin, después de sofocar otra revuelta de su hijo Luis.

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    El final del mundo antiguo (Canal de youtube "La cuna de Halicarnaso")



    Causas de la caída del imperio romano (Webhistoria)



    Pueblos Bárbaros (Canal Historia)


    Invasiones bárbaras en Hispania (Artehistoria)


    Reino visigodo en Hispania (Memoria de España)


    Los visigodos en Hispania (La Historia no se aprende, se comprende)


    Arquitectura visigoda (Rafael López Borrego)


    Historia del Arte. Visigodos (Rafael López Borrego)


    El imperio Bizantino (Canal youtube "La cuna de Halicarnaso")


    Bizancio (Imperio romano de Oriente) 



    El imperio Carolingio (Canal youtube "La cuna de Halicarnaso")



    Imperio Carolingio "Carlomagno"



    El Imperio Carolingio (Lecciones de Historia)































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