lunes, 30 de mayo de 2016

2º ESO- LA EUROPA DEL BARROCO

2º ESO- LA EUROPA DEL BARROCO

Nuevo tema y nuevo trabajo. Aquí os presento el trabajo.

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LA GUERRA DE LOS 30 AÑOS

La guerra de los 30 años, es uno de los acontecimientos más importantes de la Edad Moderna por varias razones:
  • Porque de ella resultó la libertad religiosa para varios Estados.
  • Porque en su transcurso surgieron notables guerreros como Gustavo Adolfo, Wallenstein y Turena.
  • Porque aseguro el predominio de Francia sobre las otras naciones de Europa Central.
  • Porque restableció el equilibrio europeo, roto a raíz de las victorias de Carlos V. Se Entiende por equilibrio europeo el afán de los Estados de Oriente y Occidente de Europa para conservar el mismo poderío, la misma fuerza, a fin de respetarse mutuamente.

Causas de la Guerra de los 30 años

Fueron de orden religioso, de orden político y de orden internacional.

De orden religioso

  1. El afán del Emperador Fernando II de Alemania por unificar sus Estados, imponiendo el Catolicismo.
  2. Las luchas religiosas en Bohemia.

De orden Político

  1. El deseo del mismo Emperador de transformar el Imperio Alemán que era electivo, en Imperio hereditario, para dejarle la corona a su hijo.
  2. La rivalidad entre el emperador y los varios Príncipes que gobernaban sus Estados.

De orden internacional

  1. El plan de Francia para arruinar a la Casa de Austria, restableciendo el equilibrio europeo.
  2. La rivalidad comercial de Alemania con Dinamarca y Suecia en el Mar Báltico.







guerra 30 anos mapa inicios
Escenario de la Guerra de los 30 años

Periodos

Los periodos de la guerra de 30 años fueron:

1.- Periodo Palatino

La guerra comenzó en Bohemio (parte de Austria). Los bohemios estaban divididos: unos eran protestantes y formaban la unión evangélica; otros eran católicos y formaban la liga católica.
Como los católicos destruyeron una iglesia protestante, los ánimos se enardecieron y los protestantes atacaron el local donde trabajaban los funcionarios reales, que eran católicos, cogieron a los secretarios y los arrojaron por las ventanas. Este hecho histórico se llama ladesfenetracion de Praga (23 de mayo de 1618). Los insurrectos se adueñaron de la ciudad y establecieron un gobierno provisional, declarando que el Emperador Fernando II no tenia derecho para gobernar en Bohemia. Llamaron, pues, a Federico V, elector del Palatinado, para que se hiciera cargo del trono.
Como dicho elector aceptó la designación, se trasladó a Praga y asumió el poder. De este modo la revolución que al principio fue religiosa, se transformo en revolución política contra el emperador. Fernando II, envista de esta situación, envió un ejercito a Bohemia, a las ordenes del General Von Tilly, quien, por medio del terror, se apoderó de varias ciudades hasta llegar a Praga.
Como el Elector Federico V no había sabido aprovechado el tiempo para organizar un ejercito bohemio, fue completamente derrotado en la montaña blanca por tropas de Von Tilly. En seguida de este triunfo el vencedor entró a sangre y fuego en Praga y Federico V huyó de la ciudad. Como los bohemios le censuraron su conducta, arrojó la capa y el cetro reales en una plaza publica y se marcho. Para castigar a Bohemia, Fernando II prohibió la libertad de cultos, y para castigar a Federico V le quitó todos sus dominios del Palatino.

2.- Periodo Danes







guerra 30 anos Wallenstein
Wallenstein, sus notables condiciones de guerrero, le convirtieron en el mejor conductor de tropas durante la guerra de los treinta años

Cuando los electores alemanes vieron que el Emperador se apropiaba del Palatinado y de Bohemia, se alarmaron grandemente, porque en adelante los electores protestantes de Alemania, quedaban reducidos a 2 (Brandenburgo y Sajonia), siendo católicos todos los electores restantes. Así es que tratándose de elegir Emperador los católicos estarían en mayoría y esto no podían permitirlo. Entonces llamaron a Cristian IV. Rey de Dinamarca, que era, además, rival de Alemania en el comercio del Mar Báltico y, junto con Suecia, trataba de arruinar económicamente al Emperador. Para esta guerra, el Emperador contó con el hábil general alemánWallenstein que se había distinguido en las guerras religiosas anteriores, Cristian IV resolvió invadir del Norte de Alemania, pero el General Von Tilly, primero, y Wallenstein, después, lo derrotaron.
Cristian IV se apresuró a firmar la Paz de Lubeck, en las siguientes condiciones:
  1. Dinamarca se comprometía a no prestar ayuda a los protestantes alemanes.
  2. En cambio, Dinamarca conseguía que se le garantizara la integridad de su territorio.
El Emperador Fernando, para vengarse de los príncipes que habían provocado esta segunda guerra, publicó el edicto de restitución, por el cual obligaba a dichos príncipes devolver a la iglesia todos los bienes que le habían sido secularizados durante las guerras de la Reforma.

3.- Periodo Sueco

Para que interviniera Suecia en la Guerra de los 30 años, mediaron dos causas:
  1. La rivalidad comercial entre Suecia y Alemania.
  2. La diplomacia de Richelieu, ministro de Francia que excitó a Suecia contra Alemania a fin de debilitar el poderío del Emperador, antes de que Francia entrara en el conflicto.
El Rey de Suecia Gustavo Adolfo, era un experto guerrero. El armamento de sus tropas era el mejor de la época. Había ideado un cartucho para el fusil y utilizó con gran eficacias la bayoneta.
La campaña de Gustavo Adolfo en el Norte y en el Centro de Alemania, fue brillante. Primero derrotó al ejercito de Tilly cerca de Leipzig, usando una nueva táctica, a base de movimientos rápidos de la infantería; después al famoso Wallenstein en la memorable batalla de Lutzen donde el rey sueco, demostrando un coraje excepcional, se metió a la línea de fuego y pereció acribillado a balazos.
Los suecos, después de la victoria, no supieron conservar sus posiciones, porque les hacia falta Gustavo Adolfo, y de esto se aprovecho Wallenstein para alcanzar algunos triunfos; pero como se puso muy orgulloso con su prestigio militar, el Emperador Fernando creyó que aspiraba a la corona y lo hizo asesinar. La guerra terminó con la ** Paz de Praga de 1635** en condiciones ventajosas para el Emperador y desastrosas para los suecos.

4.- Periodo Francés

Francia creyó llegado el momento de intervenir para arruinar a la Casa de Austria. El Ministro de Luis XIII, Cardenal Richelieu, con gran visión, empujó a su país al conflicto, seguro de la victoria final. Firmó alianzas con Bernardo de Sajonia, con los Países Bajos y con algunos Príncipes de Italia y lanzó sus ejércitos contra Alemania y España, que también estaban unidas. Al principio de la guerra, el Emperador Fernando II invadió Francia y obtuvo algunas victorias; pero Richelieu puso al frente de sus ejércitos a Bernardo de Sajonia y al temerario general Chatillón. El primero venció a los alemanes en Alsacia. El segundo derrotó a los españoles en Arras y les quitó la provincia francesa de Artois.
Durante varios años ningún bando dominio muy marcadamente la guerra de los 30 años, y ocurrió entonces un cambio de gobierno en los países beligerantes. En Alemania ocupo el trono Fernando III, y en Francia subió al poder Luis XIV. Entonces la guerra pudo terminar. Los generales franceses Turena y Conde, después de sensacionales victorias, metieron sus ejércitos hasta el corazón de Alemania, y amenazaron con tomar Viena, que era la capital del Imperio. Y ante tan grave peligro, el nuevo Emperador Fernando III prefirió hacer la paz.
guerra 30 anos mapa






guerra 30 anos mapa
Guerra de los 30 años

Tratado de Westfalia (1648)

Fue el Tratado más importante de los Tiempos modernos, y cuyas consecuencias se dejan sentir aún en la época actual. He aquí sus condiciones:
  1. El Emperador de Alemania reconoció que los príncipes de su país eran soberanos en cada uno de sus respectivos Estados.
  2. Se estableció una completa libertad religiosa en Alemania.
  3. Alemania devolvió a Francia las provincias de Alsacia y Lorena.

Tratado de los Pirineos

Como la guerra había sido también contra España, fue necesario firmar con esta nación un tratado aparte y esta fue la Paz de los Pirineos (1658). Según ella, España devolvía a Francia las provincias de Rosellón y Artois, situadas en la frontera con los Países Bajos. Terminó así la Guerra de los 30 años.
Existieron 2 tipos de monarquía:
La Monarquía absoluta
El ejemplo de este tipo de monarquía fue Luís XIV en Francia. PINCHA AQUÍ para saber los aspectos más importantes de su vida y reinado.
La Monarquía parlamentaria
Ejemplo de monarquía parlamentaria se dio en Inglaterra con Guillermo de Orange. PINCHA AQUÍ para saber más de este rey.
LA CIENCIA EN EL SIGLO XVII
A) COMIENZA LA CIENCIA MODERNA

El Renacimiento supuso un fuerte cambio en el panorama intelectual de Europa. La nueva forma de ver el mundo que surge con este movimiento renovador, permitirá que los científicos descubran  nuevos caminos para la ciencia que junto con el desarrollo de las matemáticas (hay una gran preocupación por los métodos racionales) darán paso a la ciencia moderna.

El progreso de la ciencia desde el Renacimiento ha sido una evolución continua. Con este capítulo empezamos, pues, el estudio de la ciencia moderna. Las líneas capitales y rectoras de su desarrollo quedaron trazadas en el periodo que va de Copérnico a Newton, es decir, de mediados del siglo XVI a fines del siglo XVII. Esta fase recibe el nombre de revolución científica. Los científicos de los siglos XVIII y XIX se ocuparon principalmente de la realización del gigantesco programa esbozado en aquella época”

HULL, L.W.  Historia y filosofía de la ciencia. Barcelona: Ariel, 1973

El texto de Hull se refieren a una etapa de gran importancia en la historia de la humanidad. La actual cultura científica procede de esta etapa, se sentaron  las bases tanto  de la ciencia y de la sociedad europea moderna. Los cambios que caracterizan el periodo denominado Renacimiento se producen a lo largo de un dilatado espacio de tiempo que abarca los siglos XV y XVI tiene sus pilares en la Edad Media.
Hay dos elementos determinantes en este  cambio:
  1. la crisis de la organización social y política medieval,
  2. la crisis de la filosofía aristotélica
del primero nacerá la nueva organización social y política (la sociedades europeas modernas, la última consecuencia nuestras sociedades actuales), de la segunda crisis lo que surgirá en un nuevo  modo de interpretar la naturaleza, una nueva explicación que busca orden matemático (la ciencia moderna y el método hipotético-deductivo)

B) LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA
La Revolución científica o Revolución Copernicana es la forma habitual de referirnos a la transición científica que va aproximadamente del 1500 al 1700. Es uno de los cambios de mayor alcance en la historia de la ciencia, comenzó siendo un cambio en la concepción astronómica pero termino siendo mucho más, obligo a cambiar toda la Física (ciencia que todavía no tenia nombre propio, se traza el camino para dejar la “filosofía natural” y recibir a la “física”).

Los protagonistas de esta trasformación científica son: Copérnico, Kepler, Galileo, además de otros astrónomos y matemáticos que realizan aportaciones menores, el que cierra el cambio y consigue “cuadrar” el cambio es Newton.

Factores que favorecen la revolución científica

Los importantes cambios que se producen a lo largo de los siglos XVI y XVII no podrían  explicarse sólo como consecuencia de los dos elementos indicados anteriormente (dos crisis, social y filosófica), hay factores que favorecen la revolución, algunos de estos factores fueron:

  • La invención de la imprenta, con la aportación de Gutenberg (1453) la difusión cultural (y científica) se favorece
  • Los viajes marítimos, su incremento obliga a mejorar la construcción naval lo que se convierte en un estímulo para los científicos.
  • La divulgación de la numeración arábiga, aumenta la capacidad operativa
  • Se promueve una ciencia “laica” por parte de la burguesía, siempre con ciertos límites, pero en cualquier caso la ciencia ya no estará exclusivamente en las manos del clero (como en la Edad Media); a los burgueses le mueve  un interés práctico y ayuda a desarrollar propuestas científicas “más rentables” para sus negocios
  • Las necesidades bélicas, se busca mayor precisión y más alcance para los nuevos cañones (es estudio de la trayectoria del proyectil es uno de los intereses de los matemáticos de la época)
  • La fusión entre la ciencia y la técnica, según se desarrollaba la ciencia se creaban instrumentos que, a su vez, impulsaban la ciencia (por ejemplo, el telescopio y los estudios de los planetas de Galileo)

C) LOS PROTAGONISTAS DE LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA
Hay cuatro grandes protagonistas que podrían dividirse  en dos grupo: protagonistas en el campo de la Astronomía y los protagonistas en el terreno de la Física,

    1. Astronomía:
- Nicolás Copérnico  (1473-1543)
- Johannes Kepler   (1571-1630)
- Galileo Galilei (1564-1642)
    1. Física:
- Galileo Galilei
- Isaac Newton (1642-1727)

Galileo aparece en ambos grupos porque como se verá más tarde sus intereses científicos no son siempre los mismo y permiten avances tanto en la astronomía como en la física.
NICOLAS COPÉRNICO
PINCHA AQUÍ si quieres saber más de este personaje.
GALILEO GALILEI
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RENÉ DESCARTES
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ISAAC NEWTON
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EL ARTE BARROCO
El arte barroco se caracterizada básicamente por el color, la luz y el movimiento. Sin embargo, el movimiento y la luminosidad son los protagonistas de cada obra; la luz acaba dibujando los contornos, definiendo el ambiente, las formas, la atmosfera de la pintura, en cuanto el movimiento es resaltado por los efectos de profundidad, perspectiva y volumen utilizado por los artistas. Utilizan también la técnica conocida como “claroscuro”.
Las pinturas también ganan más contrastes de luz y distintas tonalidades de color, podremos ver contornos asimétricos, imágenes insólitas y composiciones donde las figuras, a fin de cuentas pierden su relevancia y se acaban mezclando con el escenario donde se encuentran.
arte barroco, caracteristicas
La pintura barroca surgió en oposición al arte renacentista; la grande diferencia entre ambas es que mientras el artista renacentista retracta el momento anterior a un acontecimiento, el artista barroco resalta el drama, el punto más dramático.
Debemos tener en cuenta que el arte barroco se sitúa en pleno periodo de reforma protestante, donde el poder de la iglesia católica era cuestionado por medio de muchos movimientos revolucionarios.
arte barroco, caracteristicas
La palabra barroco tiene origen portuguesa y significa “perla de forma irregular”, o “joya falsa”. Entre los principales artistas podremos destacar Caravaggio, Rembrandt, Rubens, Velázquez y Poussin.

ACTIVIDADES
PINCHA AQUÍ para hacer actividades interactivas de Testeando.
PINCHA AQUÍ para hacer actividades interactivas del profesor Francisco Bernard
Para ir terminando os voy dejando algunos vídeos de interés sobre el tema.
LA EDAD MODERNA EN EUROPA









LA EUROPA DEL REY SOL









LA GUERRA DE LOS 30 AÑOS









EL PALACIO DE VERSALLES









EL PALACIO DE VERSALLES









LA REVOLUCIÓN CINETÍFICA DEL SIGLO XVII









ARQUITECTURA BARROCA
PINTURA BARROCA









ESCULTURA BARROCA









Para terminar aquí tienes un pequeño resumen del tema PINCHA AQUÍ.

viernes, 6 de mayo de 2016

1º BACHILLERATO- LA II GUERRA MUNDIAL (1939-1945)

ESQUEMAS ILUSTRADOS
Para descargar el esquema PINCHA AQUÍ

MAPAS CONCEPTUALES
Aquí os dejo un mapa conceptual de todo el tema















BIOGRAFÍAS


Adolf Hitler

(Braunau, Bohemia, 1889 - Berlín, 1945) Máximo dirigente de la Alemania nazi. Tras ser nombrado canciller en 1933, liquidó las instituciones democráticas de la república e instauró una dictadura de partido único (el partido nazi, apócope de Partido Nacionalsocialista), desde la que reprimió brutalmente toda oposición e impulsó un formidable aparato propagandístico al servicio de sus ideas: superioridad de la raza aria, exaltación nacionalista y pangermánica, militarismo revanchista, anticomunismo y antisemitismo.

Adolf Hitler
La doctrina del «espacio vital» y el ideal pangermánico de unir los pueblos de lengua alemana lo llevarían a un agresivo expansionismo; en apoyo de su política beligerante, Hitler rearmó Alemania y reorganizó y modernizó su ejército hasta convertirlo en una maquinaria temible. Francia y Gran Bretaña consintieron la anexión de Austria y la ocupación de Checoslovaquia, pero la invasión alemana de Polonia desencadenó finalmente la Segunda Guerra Mundial (1939-45), cuya primera fase dio a Hitler el control de toda Europa, excepto Gran Bretaña. La fallida invasión de Rusia y la intervención de Estados Unidos invirtió el curso de la contienda; pese a la inevitable derrota, Hitler rechazó toda negociación, arrastró a Alemania a una desesperada resistencia y se suicidó en su búnker pocos días antes de la caída de Berlín.
Biografía
Hijo de un aduanero austriaco, su infancia transcurrió en Linz y su juventud en Viena. La formación de Adolf Hitler fue escasa y autodidacta, pues apenas recibió educación. En Viena (1907-13) fracasó en su vocación de pintor, malvivió como vagabundo y vio crecer sus prejuicios racistas ante el espectáculo de una ciudad cosmopolita, cuya vitalidad intelectual y multicultural le era por completo incomprensible. De esa época data su conversión al nacionalismo germánico y al antisemitismo.
En 1913 Adolf Hitler huyó del Imperio Austro-Húngaro para no prestar servicio militar; se refugió en Múnich y se enroló en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial (1914-18). La derrota le hizo pasar a la política, enarbolando un ideario de reacción nacionalista, marcado por el rechazo al nuevo régimen democrático de la República de Weimar, a cuyos políticos acusaba de haber traicionado a Alemania aceptando las humillantes condiciones de paz del Tratado de Versalles (1919).
De vuelta a Múnich, Hitler ingresó en un pequeño partido ultraderechista, del que pronto se convertiría en dirigente principal, rebautizándolo como Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP). Dicho partido se declaraba nacionalista, antisemita, anticomunista, antiliberal, antidemócrata, antipacifista y anticapitalista, aunque este último componente revolucionario de carácter social quedaría pronto en el olvido; tal abigarrado conglomerado ideológico, fundamentalmente negativo, se alimentaba de los temores de las clases medias alemanas ante las incertidumbres del mundo moderno. Influido por el fascismo de Mussolini, este movimiento, adverso tanto a lo existente como a toda tendencia de progreso, representaba la respuesta reaccionaria a la crisis del Estado liberal que la guerra había acelerado.

Hitler hacia 1933
Sin embargo, Hitler tardaría en hacer oír su propaganda. En 1923 fracasó en un primer intento de tomar el poder desde Múnich, apoyándose en las milicias armadas de Ludendorff («Putsch de la Cervecería»). Fue detenido, juzgado y encarcelado, aunque tan sólo pasó en la cárcel nueve meses, tiempo que aprovechó para plasmar sus ideas políticas extremistas en un libro que tituló Mi lucha y que diseñaba las grandes líneas de su actuación posterior.
A partir de 1925, ya puesto en libertad, Hitler reconstituyó el Partido Nacionalsocialista expulsando a los posibles rivales y se rodeó de un grupo de colaboradores fieles como GoeringHimmler y Goebbels. La profunda crisis económica desatada desde 1929 y las dificultades políticas de la República de Weimar le proporcionaron una audiencia creciente entre las legiones de parados y descontentos dispuestos a escuchar su propaganda demagógica, envuelta en una parafernalia de desfiles, banderas, himnos y uniformes.
El Tercer Reich
Combinando hábilmente la lucha política legal con el uso ilegítimo de la violencia en las calles, los nacionalsocialistas o nazis fueron ganando peso electoral hasta que Hitler (que nunca había obtenido mayoría) fue nombrado jefe del gobierno por el presidente Hindenburg en 1933. Desde la Cancillería, Hitler destruyó el régimen constitucional y lo sustituyó por una dictadura de partido único basada en su poder personal. Se iniciaba así el llamado Tercer Reich (el Tercer Imperio alemán, tras el Sacro Imperio del medievo y el Imperio de 1871, desaparecido con la Primer Guerra Mundial), que no fue sino un régimen totalitario basado en un nacionalismo exacerbado y en la exaltación de una superioridad racial sin fundamento científico alguno (basado en estereotipos que contrastaban con la ridícula figura del propio Hitler).

Adolf Hitler
Tras la muerte de Hindenburg, Hitler se proclamó Führer o «caudillo» de Alemania y sometió al ejército a un juramento de fidelidad. La sangrienta represión contra los disidentes culminó en la purga de las propias filas nazis durante la «Noche de los Cuchillos Largos» (1934) y la instauración de un control policial total de la sociedad, mientras que la persecución contra los judíos, iniciada con las racistas Leyes de Núremberg (1935) y con el pogromo conocido como la «Noche de los Cristales Rotos» (1938), conduciría al exterminio sistemático de los judíos europeos a partir de 1939 (la «Solución Final»).
La política internacional de Hitler fue la clave de su prometida reconstitución de Alemania, basada en desviar la atención de los conflictos internos hacia una acción exterior agresiva. Se alineó con la dictadura fascista italiana, con la que intervino en auxilio de Franco en la Guerra Civil española (1936-39), ensayo general para la posterior contienda mundial; y completó sus alianzas con la incorporación del Japón en una alianza antisoviética (Pacto Antikomintern, 1936) hasta formar el Eje Berlín-Roma-Tokyo (1937).
Militarista convencido, Hitler empezó por rearmar al país para hacer respetar sus demandas por la fuerza (restauración del servicio militar obligatorio en 1935, remilitarización de Renania en 1936); con ello reactivó la industria alemana, redujo el paro y prácticamente superó la depresión económica que le había llevado al poder.

Mussolini y Hitler (Múnich, 1940)
Luego, apoyándose en el ideal pangermanista, reclamó la unión de todos los territorios de habla alemana: primero se retiró de la Sociedad de Naciones, rechazando sus métodos de arbitraje pacífico (1933); tras el asesinato del presidente austriaco Dollfuss (1934), forzó el Anschluss o anexión de Austria (1938); a continuación reivindicó la región checa de los Sudetes y, tras engañar a la diplomacia occidental prometiendo no tener más ambiciones (Conferencia de Múnich, 1938), ocupó el resto de Checoslovaquia, la dividió en dos y la sometió a un protectorado; aún se permitió arrebatar a Lituania el territorio de Memel (1939).
La Segunda Guerra Mundial
Cuando el conflicto en torno a la ciudad libre de Danzig le llevó a invadir Polonia, Francia y Gran Bretaña reaccionaron y estalló la Segunda Guerra Mundial (1939-45). Adolf Hitler había preparado sus fuerzas para esta gran confrontación, que según él habría de permitir la expansión de Alemania hasta lograr la hegemonía mundial (Protocolo Hossbach, 1937); en previsión del estallido bélico había reforzado su alianza con Italia (Pacto de Acero, 1939) y, sobre todo, había concluido un Pacto de no agresión con la Unión Soviética (1939), acordando con Stalin el reparto de Polonia.
El moderno ejército que había preparado obtuvo brillantes victorias en todos los frentes durante los dos primeros años de la guerra, haciendo a Hitler dueño de casi toda Europa mediante una «guerra relámpago»: ocupó Dinamarca, Noruega, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Francia, Yugoslavia y Grecia (mientras que Italia, España, Hungría, Rumania, Bulgaria y Finlandia eran sus aliadas, y países como Suecia y Suiza declaraban una neutralidad benévola). 
Sólo la Gran Bretaña de Churchill resistió el intento de invasión (batalla aérea de Inglaterra, 1940); pero la suerte de Hitler empezó a cambiar cuando lanzó la invasión de Rusia (1941), respondiendo tanto a un ideal anticomunista básico en el nazismo como al proyecto de arrebatar a la «inferior» raza eslava del este el «espacio vital» que soñaba para engrandecer a Alemania. A partir de la batalla de Stalingrado (1943), el curso de la guerra se invirtió, y las fuerzas soviéticas comenzaron una contraofensiva que no se detendría hasta tomar Berlín en 1945; simultáneamente, se reabrió el frente occidental con el aporte masivo en hombres y armas procedente de Estados Unidos (involucrados en la guerra desde 1941), que permitió el desembarco de Normandía (1944).

Derrotado y fracasados todos sus proyectos, Hitler vio cómo empezaban a abandonarle sus colaboradores mientras la propia Alemania era acosada por los ejércitos aliados; en su limitada visión del mundo no había sitio para el compromiso o la rendición, de manera que arrastró a su país hasta la catástrofe. Después de haber sacudido al mundo con su sueño de hegemonía mundial de la «raza» alemana, provocando una guerra total a escala planetaria y un genocidio sin precedentes en los campos de concentración, Hitler se suicidó en el búnker de la Cancillería donde se había refugiado, pocos días después de la entrada de los rusos en Berlín.

Benito Mussolini

(Dovia di Predappio, Italia, 1883 - Giulino de Mezzegra, id., 1945) Líder político italiano que instauró el régimen fascista en Italia (1922-1943).

Benito Mussolini
Después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), la crisis de las democracias liberales, agravada por el crac económico de 1929, favoreció un fenómeno que caracterizaría a la Europa de entreguerras: el auge de los totalitarismos. Su primera manifestación fue el fascismo, denominación que procede de los fasci di combattimento creados en 1919 por Benito Mussolini, quien se hizo con el poder en 1922 e impuso una dictadura de partido único. El régimen fascista italiano se convertiría en el principal aliado de Adolf Hitler en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), y corrió su misma suerte tras la derrota.
Biografía
Hijo de una familia humilde (su padre era herrero y su madre maestra de escuela), Benito Mussolini cursó estudios de magisterio, a cuyo término fue profesor durante períodos nunca demasiado largos, pues combinaba la actividad docente con continuos viajes. Pronto tuvo problemas con las autoridades: fue expulsado de Suiza y Austria, donde había iniciado contactos con sectores próximos al movimiento irredentista.
En su primera afiliación política, sin embargo, Mussolini se acercó al Partido Socialista Italiano, atraído por su ala más radical. Del socialismo, más que sus postulados reformadores, le sedujo la vertiente revolucionaria. En 1910 fue nombrado secretario de la federación provincial de Forlì y poco después se convirtió en editor del semanario La Lotta di Classe (La lucha de clases). La victoria del ala radical sobre la reformista en el congreso socialista de Reggio nell'Emilia, celebrado en 1912, le proporcionó mayor protagonismo en el seno de la formación política, que aprovechó para hacerse cargo del periódico milanés Avanti, órgano oficial del partido. Aun así, sus opiniones acerca de los enfrentamientos armados de la «semana roja» de 1914 motivaron cierta inquietud entre sus compañeros de filas, atemorizados por su radicalismo.
La división entre Mussolini y los socialistas se acrecentó con la proclama de neutralidad que lanzó el partido contra la entrada de Italia en la Primera Guerra Mundial en agosto de 1914. Mussolini, que había sido uno de los opositores más radicales a la guerra de Libia y a la participación de Italia en la Gran Guerra, cambió súbitamente de opinión y defendió abiertamente una postura belicista, lo que le valió la expulsión del Partido Socialista. En noviembre del mismo año fundó el periódico Il Popolo d'Italia, de tendencia ultranacionalista. Sobre la vacilaciones del parlamento italiano respecto a la entrada en la guerra, llegó a escribir que "hubiera sido necesario fusilar a una media docena de diputados" para dar un ejemplo "saludable" a los demás. En septiembre de 1915 se enroló voluntariamente, y sirvió en el ejército hasta que fue herido en combate en febrero de 1917.
Los fasci di combattimento y la Marcha sobre Roma
Finalizada la contienda, y pese a formar parte de la alianza vencedora, Italia se vio relegada a la irrelevancia en las negociaciones de los tratados de paz, que no otorgaron al país los territorios reclamados al Imperio austrohúngaro. Benito Mussolini quiso capitalizar el sentimiento de insatisfacción que se apoderó de la sociedad italiana haciendo un llamamiento a la lucha contra los partidos de izquierdas, a los que señaló como culpables de tal descalabro. En 1919 creó los fasci di combattimento, escuadras o grupos armados de agitación que actuaban casi con total impunidad contra militantes de izquierda y que fueron el germen del futuro Partido Nacional Fascista, fundado por el mismo Mussolini en noviembre de 1921.
En un contexto marcado por la frustración colectiva tras los inútiles sacrificios de la Gran Guerra, por el descrédito general del régimen parlamentario, por la crisis económica y la elevada conflictividad social (el creciente desarrollo del movimiento obrero y campesino, con ocupaciones de fábricas y tierras, inquietaba a las clases acomodadas, temerosas de la revolución social), los fascistas alzaron la voz contra la democracia y la lucha de clases, que a su juicio debilitaban y dividían a la nación. Opuestos frontalmente al liberalismo y al marxismo, propugnaron la solidaridad nacional y la acción colectiva en torno a la figura de un líder carismático, y se presentaron como defensores de los valores de la patria, la ley y el orden, enfrentándose violentamente a la izquierda italiana.

Mussolini en la Marcha sobre Roma (1922)
Mussolini consiguió ganarse el favor de los grandes propietarios y salir elegido diputado en las elecciones de mayo de 1921, si bien su partido obtuvo tan sólo treinta y cinco de los quinientos escaños que conformaban la cámara. La impotencia del gobierno para reconducir la situación en que se encontraba el país y la disolución del Parlamento allanaron el camino para la denominada Marcha sobre Roma, iniciada el 22 de octubre de 1922. El 28 de octubre de 1922, en una acción coordinada, cuarenta mil fascistas confluyeron sobre la capital desde diferentes puntos de Italia. El primer ministro, Luigi Facta, declaró el estadio de sitio para hacer frente a la amenaza que se cernía sobre la capital, y ante la negativa del rey Víctor Manuel III a firmar el decreto, presentó la dimisión.
El 29 de octubre, presionado por los acontecimientos, el rey hubo de firmar el nombramiento de Benito Mussolini como primer ministro. El líder fascista, que desde hacía algún tiempo había renunciado a su feroz republicanismo, reconociendo el papel de la monarquía, formó un gobierno de coalición el 30 de octubre, el mismo día en que los camisas negras, como eran llamados los fascistas por el color de su uniforme, hacían su entrada triunfal en Roma. Amparándose en una calculada imagen de moderación, Mussolini consiguió el apoyo parlamentario de una débil cámara que el 25 de noviembre le otorgó, de forma provisional, poderes de emergencia con el objeto de restaurar el orden, obteniendo a cambio el fingido compromiso de Mussolini de respetar el sistema parlamentario.
Mussolini en el poder
El fascismo había llegado al poder con el apoyo de los ambientes conservadores, principalmente del latifundismo agrícola, y se reforzó gracias a su capacidad de presentarse como el núcleo central de un bloque de orden conservador, capaz de defender a la burguesía nacional de los peligros democráticos representados, sobre todo, por los socialistas, con su facción comunista. Con la reunión, por primera vez en diciembre de 1922, del Gran Consejo Fascista, se inició el fortalecimiento del partido, que pronto dejaría atrás su extremo anticlericalismo con gestos de acercamiento hacia el catolicismo y la Santa Sede, al mismo tiempo que aumentaba la represión política.
El nuevo gobierno encontró en los "escuadristas" (las Milicias Voluntarias para la Seguridad Nacional) una fuerza que impuso por la violencia y el terrorismo sus posiciones en la campaña para las elecciones de abril de 1924, en las que el Partido Nacional Fascista obtuvo el 69 por ciento de los votos emitidos. A partir de ese momento, la violencia política fue en aumento, y gradualmente (aunque con mayor ímpetu tras el asesinato del diputado socialista Giacomo Matteotti en 1924) Benito Mussolini se erigió como único poder, aniquiló cualquier forma de oposición y acabó por transformar su gobierno en un régimen dictatorial; tras ser ilegalizadas en 1925 todas las fuerzas políticas a excepción del Partido Nacional Fascista, el proceso de fascistización del Estado culminó con las leyes de Defensa de noviembre de 1926.
A falta de una ideología coherente, el fascismo desarrolló una retórica que insistía en una serie de motivos: el nacionalismo y el culto al poder, a la jerarquía y a la personalidad del Duce ('Líder' o 'Jefe', título adoptado por Mussolini en 1924); el militarismo y el expansionismo colonialista (con más de un siglo de retraso); la xenofobia y la exaltación de un pasado glorioso remontado al Imperio romano y a la romanidad como idea civilizadora.

El Duce en actos propagandísticos
(Milán, 1930, y Roma, 1936, tras la conquista de Abisinia)
Suprimidos el derecho de huelga y los sindicatos y patronales, patronos y obreros hubieron de incorporarse a las organizaciones corporativas creadas por el gobierno. El régimen impuso una estructura social de corporaciones que anulaba los derechos individuales y que otorgaba al Estado todo el control; trabajo, vida económica y ocio estaban regulados por el gobierno, a lo que se unía la paramilitarización de la sociedad, los actos propagandísticos de masas, el control de los medios de comunicación y la educación de los niños bajo un credo fascista. Pero tampoco en el tejido productivo se dieron cambios de fondo; el poder económico se mantuvo en manos de quienes ya lo poseían antes de la Primera Guerra Mundial, y el corporativismo quedó reducido a una ideología de fachada.
Apoyado por un amplio sector de la población y con la baza a su favor de aquel eficaz aparato propagandístico, el régimen fascista realizó fuertes inversiones en infraestructuras. Pero en líneas generales el fascismo, matizado en lo económico por un fuerte intervencionismo estatal y una tendencia a la autarquía que se acentuó tras el crac del 29, fue incapaz de proporcionar a lo largo de las décadas de 1920 y 1930 el pretendido y proclamado progreso material, en aras del cual demandaba a los italianos el sacrifico de la libertad individual.
Sí supo, en cambio, sustituirlo por una generalizada euforia psicológica, en la que el pueblo italiano se vio imbuido por la convicción de que su país experimentaba un nuevo resurgir nacional. En apoyo de tal sentimiento, y tratando de aportar triunfos sensacionales en política exterior con los que magnetizar a los italianos, Benito Mussolini recuperó viejos proyectos expansionistas, como la conquista de Abisinia (1935-1936) y la anexión de Albania (1939). Abisinia (la actual Etiopía) era considerada por el Duce como una zona natural de expansión y nexo lógico entre las colonias italianas de Eritrea y Somalia; la pasividad de Francia e Inglaterra ante la invasión creó un mal precedente.
La Segunda Guerra Mundial
Tras la llegada al poder de Adolf Hitler en Alemania, Mussolini fue acercándose al nazismo; de hecho, el dirigente nazi se había inspirado en sus ideas, y ambos líderes se admiraban mutuamente. Tras un primer tratado de amistad en 1936, la alianza entre Roma y Berlín quedó firmemente establecida en el Pacto de Acero (1939). Hitler y Mussolini brindaron abiertamente apoyo militar al general Francisco Franco en la Guerra Civil Española (1936-1939), preludio de la conflagración mundial. La agresiva política expansionista de Hitler provocó finalmente la reacción de franceses y británicos, que declararon la guerra a Alemania tras la ocupación de Polonia.

Mussolini y Hitler (Múnich, 1940)
Estallaba así la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), y tras las primeras victorias alemanas, que juzgó definitivas, Mussolini validó su pacto con Hitler y declaró la guerra a los aliados (junio de 1940). Sin embargo, el fracaso del poco preparado ejército italiano en Grecia, Libia y África oriental, así como el posterior avance de las tropas aliadas (que el 10 de julio de 1943 habían iniciado un imparable desembarco en la isla de Sicilia, con el propósito de invadir Italia), llevaron al Gran Consejo Fascista a destituir a Mussolini (25 de julio de 1943). Al día siguiente Víctor Manuel III ordenó su detención y encarcelamiento. Dos meses después el nuevo primer ministro, Pietro Badoglio, firmaba un armisticio con los aliados.

Liberado por paracaidistas alemanes (12 de septiembre de 1943), todavía creó Mussolini una república fascista en los territorios controlados por Alemania en el norte de Italia (la República de Salò, así llamada por la ciudad en que el gobierno tenía su sede). En los juicios de Verona, Mussolini hizo condenar y ejecutar a aquellos miembros del Gran Consejo Fascista que habían promovido su destitución, entre ellos su propio yerno, Galeazzo Ciano. El avance final de los aliados le obligó a emprender la huida hacia Suiza; intentó cruzar la frontera disfrazado de oficial alemán, pero fue descubierto en Dongo por miembros de la Resistencia (27 de abril de 1945), y al día siguiente fue fusilado con su compañera Clara Petacci; sus cadáveres fueron expuestos para escarnio público en la plaza Loreto de Milán.

Erwin Rommel

(Erwin Johannes Rommel, llamado el Zorro del Desierto; Heidenheim del Brenz, Alemania, 1891 - Ulm, id., 1944) Militar alemán. Participó en la Primera Guerra Mundial con el grado de alférez, y durante la contienda ascendió a teniente; destacó en el frente occidental y sobre todo en los Alpes, donde llevó a cabo acciones meritorias durante la batalla de Caporetto, y más tarde en la toma de Longarone.

Rommel
En todas estas acciones demostró gran habilidad para la infiltración y las maniobras sorpresivas. Sus actuaciones le valieron la Cruz de Hierro de Primera Clase y la Medalla al Mérito Militar. Acabada la guerra, continuó en el reducido ejército alemán al mando de un batallón.
El ascenso al poder del partido nazi y la política hitleriana de rearme dieron un giro crucial a su carrera. Ya con el rango de general, formó parte del cuartel general de Hitler desde el principio de la Segunda Guerra Mundial. En la campaña de Francia, al mando de la VII División Acorazada, tuvo un papel relevante en la ruptura de las líneas aliadas en el Mosa y la posterior penetración que condujo a la victoria alemana. Por su rapidez de movimientos, su unidad fue conocida como «la División Fantasma».
En 1941 fue enviado a Libia con el Afrika Korps para apoyar a los italianos en la guerra del desierto. Allí, su habilidad se puso de manifiesto al infligir una derrota tras otra a los británicos, pese a contar con medios muy inferiores. Finalmente, escaso de material y combustible, fue vencido en El Alamein por el VIII Ejército Británico, al mando de Bernard Montgomery, y hubo de retirarse.

En 1943 se hizo cargo de las defensas del Muro del Atlántico en Francia y del grupo de Ejércitos B, por lo que estuvo al mando de las fuerzas encargadas de repeler el desembarco de Normandía en junio de 1944. En julio fue herido en un ataque aéreo y, aún convaleciente, fue acusado de haber formado parte del complot para matar a Hitler. Para evitar un juicio público, decidió aceptar la opción de suicidarse que le ofreció el propio Füher.

Hirohito

(Showa Tenno; Tokyo, 1901 - 1989) Emperador del Japón (1926-1989). Era hijo primogénito del emperador Yoshihito, al cual sucedió en 1926. Recibió una educación nacionalista y tradicional bajo la tutela de los militares, y completó su formación con un viaje sin precedentes a Europa occidental, que le causó gran impresión. Al regresar de aquel viaje hubo de asumir la regencia en nombre de su padre, aquejado de una enfermedad mental (1921).

Hirohito
Muerto Yoshihito, Hirohito fue coronado en 1926, adoptando para su reinado el nombre de Showa («Paz y armonía»). Hubo de hacer frente al ascenso del poder de los militares, que entre 1927 y 1931 impulsaron la penetración japonesa en Manchuria, mientras promovían en el interior conspiraciones tendentes a sustituir los gobiernos de partido por una dictadura militar bajo la cobertura del emperador.
Hirohito, inclinado a comportarse como un monarca constitucional al estilo europeo, luchó mientras pudo contra esas tendencias, castigando a los culpables (especialmente con ocasión de la insurrección militar de 1936). Sin embargo, atenazado por el temor a perder el trono, acabó por admitir la política imperialista que impusieron los militares desde que estalló la guerra con China (1937), así como el alineamiento con la Alemania nazi y el ataque a Estados Unidos, que hicieron entrar a Japón en la Segunda Guerra Mundial (1941).
Durante toda la contienda permaneció en su palacio de Tokyo, sufriendo los bombardeos para compartir la suerte de sus súbditos; y fue él quien, después de que los americanos lanzaran las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, impuso la inevitable rendición en 1945 y la anunció por radio a los japoneses.
Contra todo pronóstico, los aliados aceptaron el criterio del general MacArthur de mantener al emperador como garantía de estabilidad y de reconstrucción del Japón vencido. Se abría así una época de grandes reformas, que se inició con la declaración pública de Hirohito de su carácter humano, que acababa con la ficción de la monarquía sagrada tradicional (1946); durante la ocupación norteamericana, la implantación de la democracia en Japón le obligó a realizar un gran esfuerzo personal, asumiendo un papel meramente simbólico sin influencia política efectiva y saliendo de la corte para conocer directamente la realidad del país.
Adaptado a la nueva situación, presidió un proceso de occidentalización y de crecimiento económico espectacular, refugiándose en el estudio de la biología marina, en la que llegó a ser especialista. Fue el primer emperador japonés que viajó al extranjero (a Europa y Estados Unidos, en los años setenta). Al morir le sucedió su hijo Akihito.

Winston Churchill

(Sir Winston Leonard Spencer Churchill; Blenheim Palace, Oxfordshire, 1874 - Londres, 1965) Político británico especialmente recordado por su mandato como primer ministro (1940-45) durante la Segunda Guerra Mundial: con su divisa "sangre, sudor y lágrimas", logró elevar la moral de las tropas y de la población civil y sostener la nación hasta la victoria aliada.

Winston Churchill
A lo largo de su brillante carrera, Winston Churchill fue sucesivamente el hombre más popular y el más criticado de Inglaterra, y a veces ambas cosas al mismo tiempo. Considerado el último de los grandes estadistas, siempre será recordado por su rara habilidad para predecir los acontecimientos futuros, lo que en ocasiones se convirtió en una pesada carga para sus compatriotas.
Durante años, Churchill fue algo así como la voz de la conciencia de su país, una voz que sacudía los espíritus y les insuflaba grandes dosis de energía y valor. Su genio polifacético, además de llevarlo a conquistar la inmortalidad en el mundo de la política, lo hizo destacar como historiador, biógrafo, orador, corresponsal de guerra y bebedor de coñac, y en un plano más modesto como pintor, albañil, novelista, aviador, jugador de polo, soldado y propietario de caballerías.
Biografía
Winston Churchill nació el 30 de noviembre de 1874 en el palacio de Blenheim, por aquel entonces propiedad de su abuelo, séptimo duque de Marlborough. Su padre era lord Randolph Churchill y su madre una joven norteamericana de deslumbrante belleza llamada Jennie Jerome. No hay duda de que en sus primeros años conoció la felicidad, pues en su autobiografía evoca con ternura los días pasados bajo la sombra protectora de su madre, que además de hermosa era culta, inteligente y sensible.
Quizás por ello, al ser internado por su padre en un costoso colegio de Ascot, el niño reaccionó con rebeldía; estar lejos del hogar le resultaba insoportable, y Winston expresó su protesta oponiéndose a todo lo que fuese estudiar. Frecuentemente fue castigado y sus notas se contaron siempre entre las peores. Cuando en 1888 ingresó en la famosa escuela de Harrow, el futuro primer ministro fue incluido en la clase de los alumnos más retrasados. Uno de sus maestros diría de él: "No era un muchacho fácil de manejar. Cierto que su inteligencia era brillante, pero sólo estudiaba cuando quería y con los profesores que merecían su aprobación."
Churchill fracasó dos veces consecutivas en los exámenes de ingreso en la Academia Militar de Sandhurst. Sin embargo, una vez entró en la institución, se operó en él un cambio radical. Su proverbial testarudez, su resolución y su espíritu indomable no lo abandonaron, pero la costumbre de disentir caprichosamente de todo comenzó a desaparecer. Trabajaba con empeño, era aplicado y serio en las clases y muy pronto se destacó entre los alumnos de su nivel.
Poco después se incorporó al Cuarto de Húsares, regimiento de caballería reputado como uno de los mejores del ejército. Estuvo, en 1895, en la guerra de Cuba, y combatió en la India (1898) y el Sudán (1899); en los campos de batalla aprendió sobre el arte de la guerra todo cuanto no había encontrado en los libros, especialmente cuestiones prácticas de estrategia que más tarde le servirían para hacer frente a los enemigos de Inglaterra.
Del periodismo a la política
No obstante, la vida militar no tardó en cansarlo. Renunció a ella para dedicarse a la política y se afilió al Partido Conservador en 1898, presentándose a las elecciones un año después. Al no obtener el acta de diputado por escaso margen, Churchill se trasladó a África del Sur como corresponsal del Morning Post en la guerra de los bóers.
Allí fue hecho prisionero y trasladado a Pretoria, pero consiguió escapar y regresó a Londres convertido en un héroe popular: por primera vez, su nombre saltó a las portadas de los periódicos, pues había recorrido en su huida más de cuatrocientos kilómetros, afrontando un sinfín de peligros con extraordinaria sangre fría. No es de extrañar, pues, que consiguiese un escaño como representante conservador de Oldham en la Cámara de los Comunes (1900) y que, recién cumplidos los veintiséis años, pudiese iniciar una fulgurante carrera política.

Winston Churchill a los 26 años
En el Parlamento, sus discursos y su buen humor pronto se hicieron famosos. Pero su espíritu independiente, reacio a someterse a disciplinas partidarias, le granjeó importantes enemigos en la cámara, incluso entre sus propios correligionarios. No es de extrañar que cambiara varias veces de partido y que sus intervenciones, a la vez esperadas y temidas por todos, suscitaran siempre tremendas polémicas.
En desacuerdo con el partido respecto a la cuestión sudafricana, Churchill se pasó a los liberales en 1904, y en 1906, a los treinta y un años, alcanzó su primer cargo gubernamental en el gabinete de Henry Campbell-Bannerman, que lo nombró subsecretario de Colonias; desde ese puesto defendió la concesión de autonomía a los bóers. Luego fue ministro de Comercio (1908-1910) y del Interior (1910-1911) en el gobierno de quien sería primer ministro entre 1908 y 1916, Herbert Henry Asquith.
La Primera Guerra Mundial
Churchill previó con extraordinaria exactitud los acontecimientos que desencadenaron la Primera Guerra Mundial y el curso que siguió la contienda en su primera etapa. Sus profecías, consideradas disparatadas por los militares, se convirtieron en realidad y sorprendieron a todos por la clarividencia con que habían sido formuladas.
En 1911, tres años antes de estallar la conflagración, el primer ministro Asquith lo nombró lord del Almirantazgo; Churchill se embarcó inmediatamente en una profunda reorganización del ejército de su país. Primero se propuso hacer de la armada británica la primera del mundo, cambiando el carbón por petróleo como combustible de la flota y ordenando la instalación en todas las unidades de cañones de gran calibre. Luego puso en marcha la creación de un arma aérea y, por último, decidido a contrarrestar el temible poderío alemán, impulsó la construcción de los primeros "acorazados terrestres", consiguiendo que el tanque empezase a ser considerado imprescindible como instrumento bélico.

Churchill en 1919
Ante el fracaso de la batalla de los Dardanelos (1915), se vio obligado a dimitir; se reincorporó al ejército y luchó en el frente occidental como comandante y teniente coronel. En 1916, en plena guerra, cayó el gobierno de Herbert Henry Asquith, que fue substituido por David Lloyd George; el nuevo primer ministro llamó de nuevo a Churchill para integrarlo en su gabinete, primero como ministro de Armamento (1917) y luego para la cartera de Guerra y Aire (1918).
Finalizada la Primera Guerra Mundial, Winston Churchill sufrió las consecuencias de la reacción de la posguerra, y durante un tiempo fue relegado a un papel secundario dentro de la escena política. En 1924 se reconcilió con los conservadores y un año después fue puesto al frente del ministerio de Hacienda en el gobierno de Stanley Baldwin. Era una época de decadencia económica, inquietud, descontento laboral y aparatosas huelgas, y el conservadurismo obstinado de que hacía gala no contentó ni siquiera a sus propios colegas. En una palabra, todo el mundo estaba cansado de él y su popularidad descendió a cotas inimaginables años antes.
Retiro entre dos guerras
Entre 1929 y 1939, Winston Churchill se apartó voluntariamente de la política y se dedicó principalmente a escribir y a cultivar su afición por la pintura bajo el seudónimo de Charles Morin. "Si este hombre fuese pintor de oficio -dijo en una ocasión Picasso-, podría ganarse muy bien la vida."
Churchill siguió perteneciendo al Parlamento, pero durante esos años careció prácticamente de influencia. Recobró protagonismo cuando, al observar la creciente amenaza que constituía Adolf Hitler, proclamó la necesidad urgente de que Inglaterra se rearmase y emprendió una lucha solitaria contra el fascismo emergente. En reiteradas ocasiones, tanto en la cámara como en sus artículos periodísticos, denunció vigorosamente el peligro nazi ante una nación que, una vez más, parecía aquejada de una ceguera que podía acabar en tragedia.
Tras la firma en 1938 del Acuerdo de Munich, en el que Gran Bretaña y Francia cedieron ante el poderío alemán, la gente se dio cuenta nuevamente de que Churchill había tenido razón desde el principio. Hubo una docena de ocasiones en las que hubiera sido posible detener a Hitler sin derramamiento de sangre, según afirmarían después los expertos. En cada una de ellas, Churchill abogó ardorosamente por la acción. Pero a pesar de la energía desplegada, sus avisos habían sido ignorados por el gobierno.
El primer ministro de la Segunda Guerra Mundial
El 1 de septiembre de 1939, el ejército nazi entró con centelleante precisión en Polonia; dos días después, Francia e Inglaterra declararon la guerra a Alemania y, por la noche, Churchill fue llamado a desempeñar su antiguo cargo en el Almirantazgo por el primer ministro Neville Chamberlain, que hasta entonces había intentado una inútil política de apaciguamiento frente a Alemania. Todas las unidades de la flota recibieron por radio el mismo mensaje: "Winston ha vuelto con nosotros."
Los mismos diputados que una semana antes lo combatían con saña, lo aclamaron puestos en pie cuando hizo su entrada en el Parlamento. Pero aquella era una hora amarga para la historia del Reino. La nación estaba mal preparada para la Segunda Guerra Mundial, tanto material como psicológicamente. Por eso, cuando fue nombrado primer ministro el 10 de mayo de 1940, Churchill pronunció una conmovedora arenga en la que afirmó no poder ofrecer más que "sangre, sudor y lágrimas" a sus conciudadanos.

Churchill en la radio
El pueblo británico aceptó el reto y convirtió tan terrible frase en un verdadero lema popular durante cinco años; su contribución a la victoria iba a ser decisiva. Churchill consiguió mantener la moral en el interior y en el exterior mediante sus discursos, ejerciendo una influencia casi hipnótica en todos los británicos. Formó un gobierno de concentración nacional, que le aseguró la colaboración de sus adversarios políticos, y creó el ministerio de Defensa para una mejor dirección del esfuerzo bélico. Cuando Francia quedó totalmente sometida al dominio de Hitler, y mientras los Estados Unidos seguían proclamando su inamovible neutralidad, Churchill convocó una reunión de su gabinete y con excelente humor dijo: "Bien, señores, estamos solos. Por mi parte, encuentro la situación en extremo estimulante."
Por supuesto, Churchill hizo todo lo posible para que Estados Unidos y la URSS entrasen en la guerra, lo que consiguió en breve tiempo. Mantuvo estrecho contacto con el entonces presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt; en 1941, después del ataque japonés a Pearl Harbour, los norteamericanos declararon la guerra al Japón e incorporaron su valiosísimo potencial militar al bando aliado. También en 1941, el año decisivo de la contienda, Hitler emprendió la invasión de Rusia, poniendo fin a la neutralidad soviética y empujando a Stalin a una frágil alianza con Inglaterra, que Churchill supo conservar, relegando a un segundo plano su visceral anticomunismo y demostrando su pragmatismo.
Como primer ministro, le correspondió participar en las cruciales conferencias de Casablanca (1943), El Cairo (1943), Teherán (1943), Yalta (1945) y Potsdam (1945), en las que se diseñó la estrategia de la guerra y, una vez acabado el conflicto, el mapa político mundial que se mantendría vigente hasta 1989. Durante interminables jornadas dirigió las operaciones militares y diplomáticas trabajando entre dieciséis y dieciocho horas diarias, transmitiendo a todos su vigor y contagiándoles su energía y optimismo.
Por fin, el día de la victoria aliada, se dirigió de nuevo al Parlamento y al entrar fue objeto de la más tumultuosa ovación que registra la historia de la asamblea. Los diputados olvidaron todas las formalidades rituales y se subieron a los escaños, gritando y sacudiendo periódicos. Churchill permaneció en pie a la cabecera del banco ministerial, mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas y sus manos se aferraban temblorosas a su sombrero.
Los últimos años
A pesar de la enorme popularidad alcanzada durante la guerra, dos meses después el voto de los ingleses lo depuso de su cargo. Churchill continuó en el Parlamento y se erigió en jefe de la oposición. En un discurso pronunciado en marzo de 1946 popularizó el término "telón de acero", y algunos meses después hizo un llamamiento para impulsar la creación de los Estados Unidos de Europa.
Tras el triunfo de los conservadores en 1951 volvió a ser primer ministro, y dos años después fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura por sus Memorias sobre la Segunda Guerra Mundial. Alegando razones de edad, presentó la dimisión en abril de 1955, después de ser nombrado Caballero de la Jarretera por la reina Isabel II y de rechazar un título nobiliario a fin de permanecer como diputado en la Cámara de los Comunes.
Reelegido en 1959, ya no se presentó a las elecciones de 1964. No obstante, su figura siguió pesando sobre la vida política y sus consejos continuaron orientando a quienes rigieron después de él los destinos del Reino Unido. El pueblo había visto en Churchill la personificación de lo más noble de su historia y de las más hermosas cualidades de su raza; por eso no cesó de aclamarlo como su héroe hasta su muerte, acaecida el 24 de enero de 1965.

Stalin

(Iosif o Jossif Vissariónovich Dzhugashvili, también llamado Josef o Joseph Stalin; Gori, Georgia, 1879 - Moscú, 1953) Dirigente soviético que gobernó férreamente la URSS desde 1929 (año en que se erigió como sucesor de Lenin tras el exilio de Trotsky) hasta su fallecimiento en 1953. Al precio de una represión sanguinaria y de inmensos sacrificios impuestos a la población, Stalin logró convertir la Rusia semifeudal en una potencia económica y militar capaz de contribuir decisivamente a la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Stalin
En el nuevo orden de la posguerra, los Estados Unidos y la URSS se repartieron áreas de influencia; Stalin extendió su poder instaurando regímenes comunistas en la Europa del Este y alentándolos en otros países. El choque de intereses e ideologías dio lugar a la «guerra fría» entre ambas superpotencias, que continuó tras la muerte de Stalin; de hecho, el clima de tensión entre los bloques capitalista y comunista definiría el escenario internacional hasta la disolución de la URSS en 1991.
Biografía
Iosif Dzhugashvili era hijo de un zapatero pobre y alcohólico de la región caucásica de Georgia, sometida a la Rusia de los zares. Quedó huérfano muy temprano y estudió en un seminario eclesiástico, de donde fue expulsado por sus ideas revolucionarias (1899). Se unió entonces a la lucha clandestina de los socialistas rusos contra el régimen zarista; cuando en 1903 se escindió el Partido Socialdemócrata, siguió a la facción bolchevique que encabezaba Lenin.
Fue un militante activo y perseguido hasta el triunfo de la Revolución bolchevique de 1917, época de la que procede su sobrenombre de Stalin («hombre de acero»). La lealtad a Lenin y la falta de ideas propias le permitieron ascender en la burocracia del partido (rebautizado como Partido Comunista), hasta llegar a secretario general en 1922.
Stalin emprendió entonces una pugna con Trotsky por la sucesión de Lenin, que, ya muy enfermo, moriría en 1924. Aunque el líder de la Revolución había indicado su preferencia por Trotsky (pues consideraba a Stalin «demasiado cruel»), Stalin maniobró aprovechando su control sobre la información y sobre el aparato del Partido, aliándose con Zinoviev y Kámenev hasta imponerse a Trotsky. La lucha por el poder se disfrazó de argumentos ideológicos, defendiendo cada bando una estrategia para consolidar el régimen comunista: la construcción del socialismo en un solo país (Stalin) contra la revolución permanente a escala mundial (Trotsky).

Lenin y Stalin (Gorki, 1922)
Pero el verdadero móvil de Stalin era la ambición de poder: una vez apartado Trotsky (al que mandó al exilio en 1929 y luego hizo asesinar en 1940), se desembarazó también del ala «izquierda» del partido (Zinoviev y Kámenev, ejecutados en 1936) y del ala «derecha» (Bujarin y Rikov, ejecutados en 1938) e instauró una sangrienta dictadura personal, apropiándose de las ideas políticas que habían sostenido sus rivales.
La URSS bajo Stalin
Stalin gobernó la Unión Soviética de forma tiránica desde los años treinta hasta su muerte, implantando el régimen más totalitario que haya existido jamás; pero también hay que atribuirle a él la realización del proyecto socioeconómico comunista en Rusia, la extensión de su modelo a otros países vecinos y la conversión de la URSS en una gran potencia.
Radicalizando las tendencias autoritarias presentes entre los bolcheviques desde la Revolución, acabó de eliminar del proyecto marxista-leninista todo rastro de ideas democráticas o emancipadoras: anuló todas las libertades, negó el más mínimo pluralismo y aterrorizó a la población instaurando un régimen policial. Dispuesto a eliminar no sólo a los discrepantes o sospechosos, sino a todo aquel que pudiera poseer algún prestigio o influencia propia, lanzó contra sus compañeros comunistas sucesivas purgas que diezmaron el partido, eliminando a la plana mayor de la Revolución.
Con la misma violencia impuso la colectivización forzosa de la agricultura, hizo exterminar o trasladar a pueblos enteros como castigo o para solucionar problemas de minorías nacionales, y sometió todo el sistema productivo a la estricta disciplina de una planificación central obligatoria. Con inmensas pérdidas humanas consiguió, sin embargo, un crecimiento económico espectacular, mediante los planes quinquenales: en ellos se daba prioridad a una industrialización acelerada, basada en el desarrollo de los sectores energéticos y la industria pesada, a costa de sacrificar el bienestar de la población, sometida a durísimas condiciones de trabajo y a grandes privaciones en materia de consumo.
La represión impedía que se expresara el malestar de la masa trabajadora, apenas compensada con la mejora de los servicios estatales de transporte, sanidad y educación. A este precio conseguiría Stalin convertir a la Unión Soviética en una gran potencia, capaz de ganar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y de compartir la hegemonía con los Estados Unidos en el orden bipolar posterior.
De la Segunda Guerra Mundial a la «guerra fría»
Stalin fue un político ambicioso y realista, movido por consideraciones de poder y no por ideales revolucionarios. Este maquiavelismo fue más palpable en su política exterior, donde la causa del socialismo quedó sistemáticamente postergada a los intereses nacionales de Rusia (convirtiendo a los partidos comunistas extranjeros en meros instrumentos de la política exterior soviética). En los días previos a la Segunda Guerra Mundial, no tuvo reparos en firmar un pacto de no agresión con la Alemania nazi para asegurarse la tranquilidad en sus fronteras, el reparto de Polonia y la anexión de Estonia, Letonia y Lituania (Pacto Germano-Soviético de 1939).
A pesar de todo, Adolf Hitler invadió la URSS, arrastrando a Stalin a la guerra en 1941. Stalin movilizó eficazmente las energías del país apelando a sus sentimientos nacionalistas (proclamó la Gran Guerra Patriótica): organizó la evacuación de la industria de las regiones occidentales hacia los Urales, adoptando una estrategia de «tierra quemada». Con ayuda del clima, de las grandes distancias y de la lucha guerrillera de los partisanos, debilitó a los alemanes hasta recuperarse y pasar a la contraofensiva a partir de la batalla de Stalingrado (1942-1943). Después el avance ruso sería arrollador hasta llegar más allá de Berlín.

Stalin, Roosevelt y Churchill en la Conferencia de Teherán (1943)
En la Conferencia de Teherán (1943), pactó con el primer ministro británico Winston Churchill y con el presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt la estrategia de la guerra. Reforzado por la victoria, Stalin negoció con Estados Unidos y Gran Bretaña el orden internacional de la posguerra (Conferencias de Yalta y Postdam, 1945), obteniendo el reconocimiento de la URSS como gran potencia (con derecho de veto en la ONU, por ejemplo). Los aliados tuvieron que aceptar la influencia soviética en la Europa oriental, donde Stalin estableció un cordón de «Repúblicas populares» con regímenes comunistas satélites de la URSS.
Stalin mantuvo la inercia de la guerra, retrasando la desmovilización de su ejército hasta el momento en que pudo disponer de armas atómicas (1951) y fomentando la extensión del comunismo a países en los que existieran movimientos revolucionarios autóctonos (como Grecia, Turquía, China y Corea). La resistencia norteamericana a sus planes dio lugar a la «guerra fría», clima de tensión bipolar a escala mundial entre un bloque comunista y un bloque occidental capitalista.

Formalmente, la fase más aguda de la guerra fría terminó con la muerte de Stalin; su sucesor, Nikita Jruschov (1953-1964), impulsó la doctrina de la «coexistencia pacífica» de las dos grandes potencias, que resultó ser una ficción retórica: los conflictos abiertos o subterráneos a través de terceros países continuaron, y la guerra fría perduraría hasta la caída del muro de Berlín (1989) y la disolución de la URSS (1991). En el XX Congreso del PCUS (1956), Jruschov denunció las desviaciones ideológicas y los crímenes del periodo anterior, dando inicio, con la expulsión de los estalinistas del partido, al proceso de desestalinización del Estado.

Franklin Delano Roosevelt

(Nueva York, 1882 - Warm Springs, Nevada, 1945) Trigésimo segundo presidente de los Estados Unidos de América (1933-1945). Era primo lejano del también presidente Theodore Roosevelt, y, como su pariente, había estudiado en Harvard (también en la Universidad de Columbia) y había sido subsecretario de Marina (1913-1920); pero, a diferencia de su predecesor, Franklin se alineó con el Partido Demócrata. Aunque llegó a ejercer la abogacía, abandonó muy joven la profesión para dedicarse a la política. Fue elegido senador (1911) y gobernador del Estado de Nueva York (1928), destacando su política de lucha contra la pobreza.

Franklin D. Roosevelt
La crisis bursátil de 1929 y la honda depresión económica que provocó le dieron el espaldarazo definitivo para vencer a Herbert Hoover en las elecciones presidenciales de 1932, las primeras que ganaban los demócratas desde los tiempos de Woodrow Wilson. Rompiendo con el principio impuesto por Washington de que los presidentes renunciaran a ser reelegidos para más de dos mandatos, Roosevelt volvió a presentarse con éxito en las elecciones de 1936, 1940 y 1944; él mismo propuso poco antes de morir la enmienda constitucional que prohibía una tercera reelección presidencial (en vigor desde 1951), por lo que fue el único presidente norteamericano en gobernar durante cuatro mandatos seguidos (1933-1945), si bien la muerte le impidió completar el último.
Frente al reto de la «gran depresión», Roosevelt impulsó un programa político conocido como New Deal (nuevo acuerdo). Aconsejado por un entorno de intelectuales y técnicos progresistas, este programa aplicó de forma intuitiva las recetas de política económica que por los mismos años teorizó John M. Keynes. Promovió la intervención del Estado para sacar a la economía del estancamiento y para paliar los efectos sociales de la crisis, aunque fuera a costa de acrecentar el déficit público y romper con el tabú de la libertad de mercado. Acabó así con la edad dorada del ultraliberalismo americano, abriendo la del Estado de bienestar.
Entre sus medidas iniciales (1933) cabe destacar la reforma agraria, la Ley de Reconstrucción Industrial y la creación de la Autoridad del Valle del Tennessee (que suponía un ambicioso programa de obras públicas, arrogándose por primera vez el Estado una función planificadora). Durante una segunda fase (1935-1936) reguló las relaciones laborales a favor de los trabajadores, garantizó la libertad sindical, creó pensiones de paro, jubilación e invalidez, e instauró la semana laboral de cuarenta horas y el salario mínimo.
Este intervencionismo público y la propia popularidad del presidente le hicieron acumular un gran poder, que sus adversarios intentaron frenar; algunas de sus medidas fueron declaradas anticonstitucionales por el Tribunal Supremo. Roosevelt consiguió crear un sistema de seguridad social y reformar el capitalismo americano en un sentido moderno, que evitó estallidos sociales y permitió al país recuperar la confianza; pero en el terreno estrictamente económico, no consiguió relanzar el crecimiento hasta que la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) puso en marcha el rearme norteamericano.
Efectivamente, después de la superación de la crisis económica, el gran reto de Roosevelt fue la lucha por la supremacía a escala mundial. Estableció relaciones diplomáticas con la Unión Soviética e instauró una política de buena vecindad con los países tradicionalmente sometidos (renunciando al control de Cuba, Filipinas y Haití). Pero, ante la agresividad demostrada por la Alemania nazi desde la llegada de Hitler al poder (1933), Roosevelt hizo frente al aislacionismo dominante en el Congreso, puso en marcha el rearme (1938) y alineó a Estados Unidos con el bando aliado en defensa de las libertades (Ley de Crédito y Arriendo y Carta Atlántica, ambas de 1941).
Preparó así la intervención norteamericana en la guerra, que se produjo después del ataque japonés a Pearl Harbour (1941). Instauró una economía de guerra regulada por el gobierno federal, gracias a la cual movilizó todos los recursos del país y acabó imponiendo su superioridad demográfica e industrial sobre Alemania y Japón. Vencidas las potencias del Eje, Roosevelt negoció con sus aliados Churchill y Stalin la organización del mundo de la posguerra en las Conferencias de Teherán (1943), Dumbarton Oaks (1944) y Yalta (1945).

Conforme a sus ideas de entendimiento pacífico entre las naciones, Roosevelt sacó adelante su proyecto de creación de una Organización de las Naciones Unidas (ONU) y se mostró conciliador hacia Stalin; pero no pudo evitar que éste adoptara una posición de fuerza, consolidando la potencia mundial de la Unión Soviética y determinando la bipolarización de la inmediata «guerra fría». Sostenido hasta el final por su esposa Eleanor (que le auxilió como una estrecha colaboradora política), Roosevelt murió de cáncer en plena negociación, sucediéndole su vicepresidente, Harry S. Truman.

Harry S. Truman

(Lamar, Missouri, 1884 - Kansas City, 1972) Trigésimo tercer presidente de los Estados Unidos de América (1945-1953). Este agricultor sureño fue ascendiendo lentamente en la política local mediante cargos electivos -siempre ligados al Partido Demócrata-, hasta que en 1935 pasó a representar a su Estado como senador. Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) se hizo famoso como presidente del comité parlamentario encargado de supervisar la economía de guerra, moderando los gastos y evitando discriminaciones (el Comité Truman).

Harry Truman
El prestigio alcanzado hizo que el partido le presentara como candidato a vicepresidente en las elecciones de 1944. Ejerció, pues, como vicepresidente de Franklin D. Roosevelt, hasta que el fallecimiento de éste le convirtió automáticamente en presidente (1945). En 1948 obtuvo la reelección para un segundo mandato, que ejerció en 1949-1953.
Truman mantuvo la continuidad con la política de Roosevelt, consolidando los avances del New Deal con un programa de profundización en la democracia económica y social (el Fair Deal). No obstante, no pudo impedir que el Congreso aprobara la Ley Taft-Harley, que limitaba el derecho de huelga y arrebataba a los sindicatos el monopolio de la representación de los trabajadores (1947).
Tampoco pudo evitar que el clima internacional de la «guerra fría» se contagiara al interior de la sociedad americana, produciendo una especie de sicosis anticomunista: bajo la inspiración del senador Joseph McCarthy, el Congreso lanzó una verdadera «caza de brujas» contra supuestos infiltrados comunistas en la Administración, el ejército y el mundo de la cultura; en el mismo sentido iban la Ley MacCarran-Nixon de 1950 (que permitía el registro de las organizaciones izquierdistas) y la Ley MacCarran-Walter de 1952 (que imponía restricciones a la inmigración).
Truman se inició en la política exterior asistiendo a las conferencias que trataron de organizar el orden internacional de la posguerra (Conferencias de Postdam y San Francisco, 1945). Enseguida descubrió las ambiciones de poder de Stalin y adoptó una postura firme para impedir el expansionismo soviético. La doctrina Truman, basada en contener a la URSS mediante ayudas económicas y militares a los gobiernos amigos, daría lugar a un largo periodo de «guerra fría»; es decir, a una bipolarización de la política mundial entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, en continua tensión, pero sin llegar a enfrentarse en guerra abierta.
A diferencia de la actitud aislacionista que adoptaron los Estados Unidos al final de la Primera Guerra Mundial (a la cual se acusaba en gran parte de los problemas del periodo de entreguerras), Truman hizo que, al final de la Segunda Guerra Mundial, el país se volcara en la acción exterior: promovió decididamente la creación de la ONU (1945), apoyó con dinero y armas a los Gobiernos de Grecia y Turquía para impedir que cayeran en la órbita soviética (1947-1949), financió generosamente un programa de ayuda económica para la reconstrucción de Europa (el Plan Marshall de 1948), organizó una alianza militar con sus aliados de Europa Occidental y Norteamérica (la OTAN, en 1949) y respondió con firmeza al bloqueo soviético de Berlín Occidental (organizando el abastecimiento mediante un puente aéreo en 1949).
La misma actitud se proyectó hacia Asia, en donde las tensiones sociales y la inestabilidad política ofrecían un terreno abonado para la expansión comunista: Truman llevó sus programas de ayuda económica y militar a Oriente Medio (desde 1950), extendió las alianzas militares norteamericanas (Pacto del Pacífico, 1951), e intervino militarmente para impedir la desaparición del régimen prooccidental de Corea del Sur frente al régimen comunista del Norte (Guerra de Corea, 1950-1953). Tras haber enmendado la Constitución para impedir en lo sucesivo que un presidente fuera elegido para más de dos mandatos, se retiró de la política al concluir el suyo en 1953.
Información sacada de la web www.biografiasyvidas.com 


INFORMACIÓN EXTRA
La II Guerra Mundial fue una guerra de pactos, pactos anteriores al inicio del conflicto el 1 de septiembre de 1939 con la invasión de Polonia por parte de Alemania.



Como aconteció durante la etapa que precedió a la Primera Guerra Mundial, desde la segunda mitad de los años 30 fueron configurándose diversas alianzas entre las potencias. Éstas se concretaron en una serie de pactos, entre los que hay que destacar los siguientes:

En octubre de 1936 nació el Eje Roma-Berlín. Inauguraba una estrecha colaboración entre nazis y fascistas, fortalecida por el éxito obtenido en laGuerra Civil Española.
En noviembre 1936 Alemania y Japón firmaron el "Pacto Antikomintern".Sellaba una alianza que tenía como objetivo defenderse de la amenaza del comunismo internacional. A él se adhirió en 1937 Italiay, más tarde, EspañaHungríaBulgaria y Manchukuo. Con este pacto Hitler pretendía aislar internacionalmente a la URSS.


En mayo de 1939 Alemania e Italia suscribieron el denominado "Pacto de Acero"Hitler deseaba contar con aliados en Europa en el momento de emprender la ya planeada invasión de Polonia. El pacto comprometía a ambas potencias a apoyarse mutuamente en caso de guerra. De hecho, no fue respetado por Italia, pues, al producirse la invasión de Polonia,Reino Unido y Francia declararon la guerra a Alemania, y Mussoliniobjetó que Italia no estaba lista para participar en la contienda. Solo rompió las hostilidades con Francia, cuando en junio de 1940, ésta ya estaba prácticamente derrotada.

El 23 Agosto de 1939 Hitler y Stalin rubricaron por medio de sus ministros de asuntos exteriores Ribbentrop y Molotov, un “Pacto de no agresión”que, por ser considerado contra natura dejó perplejas a las potencias occidentales, así como a muchos afiliados y simpatizantes nazis y comunistas.

La razón de ese extraño maridaje hay que buscarla, por un lado, en la necesidad de Hitler de asegurarse la paz en el frente oriental, en tanto desarrollaba la guerra con las potencias occidentales, evitando de ese modo luchar en dos frentes. Por otro, Stalin, sumido en un absoluto aislamiento internacional, ganaba tiempo para prepararse para la inevitable guerra con Alemania.
El pacto de no agresión entre Hitler y Stalin contenía cláusulas secretasque les reservaba diversas áreas de influencia en Europa central y oriental. Entre ellas, estaba Polonia, que quedaría repartida, tras su invasión en dos zonas: una germana y otra soviética.


En septiembre de 1940, ya iniciadas las hostilidades, Alemania, Italia y Japón firmaron el “Pacto Tripartito”, con ello Japón se sumaba al Eje Roma-Berlín. El acuerdo obligaba a las potencias signatarias a ayudarsemutuamente en caso de guerra. Sin embargo, Japón quedó liberado del compromiso de atacar a la Unión Soviética. El gobierno nipón deseaba tener las manos libres para actuar contra de los Estados Unidos.

La reacción de las potencias occidentales ante esos acuerdos fuevacilante y tibia. Estados Unidos, tras la I Guerra Mundial, había optado por la neutralidad, en tanto que Francia, la principal interesada en desmantelar el orden gestado, no contó con el apoyo del Reino Unido.
La Sociedad de Naciones, teórica garante del orden pacífico internacional, al carecer de medios militares disuasorios, nada pudo hacer para atajar la escalada de alianzas que condujo a la guerra.

Expresión de este estado de cosas fue la Conferencia de Munich, celebrada en septiembre de 1938, en la que Francia y Reino Unido, tras ceder a los intereses de Hitler en los Sudetes, tenían la confianza de saciar el apetito territorial de Hitler. 

La invasión de Polonia en septiembre de 1939 desmentiría esa percepción. Francia y Reino Unido declararon la guerra a Alemania en virtud de los compromisos que tenían contraídos con los polacos. La guerra se extendió por el continente europeo.

EL DESARROLLO DE LA GUERRA

1939-40
Fuente: Wikipedia
El plan de invasión de Polonia (caso blanco) es un éxito alemán, la escasa resistencia polaca sorprende a todos. Este triunfo se debe sobre todo a la táctica de la guerra relámpago. La guerra relámpago consistía en el uso combinado de las fuerzas en un determinado orden. Primero se bombardea al enemigo con artillería y aviación, luego se desbordan sus líneas y se rodean con carros blindados y fuerzas mecanizadas, finalmente la infantería limpia el terreno. Días después, tal y como se había pactado, la Unión Soviética ataca e invade la mitad este de Polonia.
A finales de 1939 la frontera este de Alemania apenas estaba defendida, pero Francia y Reino Unido no atacaron. Los aliados prefieren esconderse tras las fortificaciones de la línea Maginot y dejar la iniciativa bélica a los germanos, mientras Reino Unido concentra su cuerpo expedicionario cerca de Bélgica.  Todo se limita a bombardeos de artillería y pequeñas escaramuzas, es la llamada guerra en broma. Mientras tanto la URSS aprovecha para atacar a Finlandia. La guerra ruso-finesa se convierte en una humillación para el ejército rojo, el pequeño ejército finlandés resiste y contraataca, finalmente la abrumadora superioridad material de los rusos decidirá su victoria. En abril se firmará la paz, Finlandia pierde territorios pero conserva la independencia.
Ese mismo mes los alemanes se adelantan al plan aliado de ocupación de Noruega y el ejército alemán invade ese país y Dinamarca. En mayo se acaba la guerra en broma en el frente occidental cuando Alemania ataca a Holanda, Bélgica y Francia, es el plan amarillo. La guerra relámpago de nuevo le da la victoria a la Wehrmacht (el ejército alemán). El plan alemán consistió en sorprender a los aliados entrando por el bosque de las Ardenas (Bélgica), luego giraron hacia el atlántico y rodearon a las fuerzas aliadas en Bélgica. El éxito de las divisiones Panzer supondrá la consagración de militares como Guderian o Rommell. Los británicos se retiran por Dunkerque mientras que los franceses huyen en desorden en todos los frentes. El ejército francés, que era superior al alemán tanto en número de soldados como en número de carros de combate, es vencido en poco más de un mes. Los franceses fallaron al distribuir sus fuerzas sin contar con la posibilidad de que los alemanes atacaran por donde lo hicieron, y sobre todo dispersaron sus carros de combate entre las unidades de infantería, al contrario de los alemanes, que los concentraron en poderosas divisiones Panzer. Cuando ya todo estaba decidido, la Italia de Mussolini entra en guerra al lado de Alemania, pero en una desastrosa campaña el ejército italiano es detenido por las fuerzas fronterizas francesas de los Alpes. En 22 de Junio los franceses firman la capitulación en el mismo vagón de tren en el que, en 1918, los alemanes firmaron su rendición al final de la 1ª guerra mundial. Fue la perfecta escenificación de la venganza. Mientras tanto en el este la URSS aprovecha para invadir los países bálticos.
La derrota francesa supone el fin de la III república y la aparición del régimen colaboracionista de Vichí dirigido por el héroe de la Primera Guerra Mundial el general Pétain. Mientras los británicos, encabezados por su carismático primer ministro Winston Churchill, deciden continuar la guerra. Es el comienzo de la batalla de Inglaterra. En la lucha entre la aviación alemana, la luftwaffe y la aviación británica, la RAF, para lograr el control del aire, asistimos al duelo aéreo entre los cazas Spitfire británicos y los Messerschmitt 109 alemanes. El fracaso de la aviación alemana dirigida por Hermann Göring obligará a Hitler a desechar su plan de invasión de Gran Bretaña (la operación León Marino). El general De Gaulle organiza desde Londres a las fuerzas francesas libres que no aceptan la soberanía de la Francia de Vichí. La Francia libre se irá apoderando progresivamente del control del la mayor parte del extenso imperio colonial francés. Para evitar que los alemanes se apropien de la poderosa flota francesa, los británicos atacan y hunde a la mayor parte en la batalla de Mazalquivir.
En septiembre de 1940 Alemania, Italia y Japón (que acababa de ocupar la indochina francesa) firman el pacto tripartito. Se reparten zonas de influencia y se comprometen a defenderse mutuamente en caso de ataque exterior, salvo que se trate de la URSS o de países ya en guerra (Reino Unido o Francia libre)
Italia actúa por su cuenta y en octubre intenta invadir Grecia. Los griegos no sólo resisten sino que contraatacan. Además la flota italiana es derrotada por la británica en Tarento, por lo que Londres controla las comunicaciones por el mediterráneo gracias a sus bases en Gibraltar, Malta y Alejandría. 

1941-42

A comienzos de 1941 Alemania ayuda a Italia en su lucha contra los británicos en el norte de África y manda a Libia al África Korps, dirigido por el general Erwin Rommel. Aunque los británicos retroceden en Egipto, expulsan a los Italianos de África del este. En Abril el ejército alemán interviene en los Balcanes para acabar con la resistencia griega e impedir que los británicos puedan entrar por esa zona. Apoyados por italianos, húngaros, rumanos y búlgaros, la Wehrmacht invade Yugoslavia y Grecia. En mayo, tras una campaña aerotransportada ocupan Creta. Más suerte tienen los británicos en Irak, que es invadido cuando intenta aliarse a Alemania. Además en Junio las fuerzas de Francia libre controlan Siria y Líbano y en agosto los aliados invaden Irán.
El 22 de junio de 1941 comienza la Operación Barbarroja, la campaña militar más grande de la historia. Alemania ataca a la Unión Soviética, tres millones de hombres contra otros tantos soldados rusos. El efecto sorpresa es total y los prisioneros rusos se cuentan por cientos de millares. Tres grupos de ejércitos atacan hacia el interior de Rusia en tres direcciones, el grupo de ejércitos norte dirigido por von Leev entra por Lituania en dirección a Leningrado, el grupo de ejércitos centro dirigido por von Bock entra por Bielorusia en dirección a Moscú, y el grupo de ejércitos sur dirigido por Rudstedt entra por Ucrania en dirección a Stalingrado. A finales de año llegan a Leningrado (que será cercado) y a Moscú. En la batalla de Moscú el frio invierno y las tropas siberianas permitirán al general Zhúkov frenar el avance alemán e impedir el éxito de la operación Tifón (cerco y toma de Moscú). Ese invierno será uno de los más fríos del siglo, esto causará estragos en las filas alemanas, cuyo alto mando contaba con ganar la guerra antes de invierno.
Fuente: R. Laguna www.mapasdehistoria.hol.
El 7 de diciembre de 1941 cazabombarderos japoneses atacan la base naval americana en Pearl Harbour (Hawái) desde sus portaaviones, el almirante Yamamoto dirige la operación. Esta es la respuesta de Japón al embargo de petróleo al que Estados Unidos le estaba sometiendo desde el pasado julio. Los americanos exigían a los japoneses que abandonaran China e Indochina para retirar el embargo, el gobierno militarista japonés decidió solucionar este problema con un ataque sorpresa. De esta forma contaba con neutralizar la amenaza americana y a continuación invadir el sur de Asia y acceder a los pozos de petróleo de Indonesia,  es el llamado Golpe de sable hacia el sur. En una rápida campaña las tropas japonesas tomaron Shanghái, invadieron  Tailandia (neutral) Filipinas, Marianas, Hong Kong y entraron en Birmania, Malasia e  Indonesia, en febrero toman la base británica de Singapur, la mayor derrota militar de Inglaterra de su historia (más de 130 mil prisioneros británicos). El avance nipón será frenado por los americanos con las batallas de del Mar de Coral (mayo de 1942) y en la batalla de Midway (junio de ese mismo año).
Cuatro días después del ataque japonés a Estados Unidos, Alemania e Italia declaran la guerra a Estados Unidos con la esperanza de que Japón entrara en guerra contra los rusos por Siberia, pero nunca lo hizo. Durante la primera mitad de 1942 Alemania se enfrentará a los británicos y americanos en la llamada Batalla del atlántico, que consistió en una sucesión de combates navales. En ellos alcanzarán protagonismo los submarinos alemanes (los U-Boot) y sus ataques a los convoyes aliados, los llamados manada de lobos. Igualmente la guerra naval se dará en el mediterráneo, donde italianos y alemanes hostigarán a los británicos en su base de Malta.
En enero de 1942 un grupo de gerifaltes nacis en la reunión de Wannsee planifican la el exterminio de lo judíos, el holocausto. Se descarta la idea de reinstalarlos en el este o fuera de Europa y se decide su progresiva eliminación física. A medida que la guerra vaya avanzando esto se hará con más rapidez. Para el ello se creo una red campos de concentración y exterminio, como Treblinka, Auswitch, Mauthausen… bajo responsabilidad de la temida SS, guardia fanática nazi dirigida por Himmler. Al final de la guerra el número de judíos asesinados superó los 5 millones, además se intentó también el exterminio de otras minorías étnicas y religiosas, como los gitanos o los testigos e Jehová.
De julio a Noviembre de 1942, tras varrios meses de poca actividad militar, los alemanes realizan su operación azul, el plan de ataque por el sur para ocupar los campos de petróleo del Cáucaso (grupo de ejércitos B) y tomar Stalingrado (grupos de ejércitos A). En septiembre comienza la batalla urbana de Stalingrado entre el IV ejército de Von Paulus y el ejército soviético, a cuyo mando Stalin colocará al general Zhúkov.
En los otros frentes hay que destacar la llegada de Montgomery a Egipto en agosto, donde mantendrá un tira y afloja con las fuerzas ítalo alemanas dirigidas por el general Rommel. Ese mismo mes los aliados fracasan en su ensayo de desembarco en Dieppe.
A finales de 1942 asistimos al cambio de rumbo en la guerra. Si hasta ahora todo habían sido éxitos para los países aliados a Alemania, para el eje, en lo sucesivo todo serán retrocesos y un lento pero inexorable avance de los aliados en todos los frentes.

1942-43


Fuente: Wikipedia
En noviembre de 1942 Zhúkov da la orden de atacar los flancos en el frente de Stalingrado, sus tropas envuelven al enemigo que queda cercado en la ciudad, es la operación Urano. Tras meses de lenta agonía, los restos del IV Ejercito alemán, junto con su comandante el mariscal von Paulus, se rinden a los rusos en enero de 1943. Ese mismo mes, en el norte, las tropas rusas abren una brecha al cerco sobre Leningrado.  En ese frente norte es donde se despliegan los españoles de la división azul, seis mil de ellos se enfrentarán a 44 mil rusos en la batalla Krasny Bor. En abril los alemanes encuentran la fosa de Katyn con miles de polacos fusilados por los soviéticos, a pesar de su campaña no conseguirán dañar la alianza entre rusos y aliados occidentale. Ese mismo mes el Gueto judío de Varsovia se subleva contra las fuerzas alemanas para evitar las deportaciones a los campos de exterminio, la sublevación será controlada en un mes y dejará 25 mi victimas.
En los otros frentes la evolución también será desfavorable para los alemanes. Coincidiendo con la operación Urano en Stalingrado, los aliados occidentales desembarcan en el norte de África al mando del general Eisenhower, es la operación Torch. Con la ocupación de Argelia muchos franceses abandonan la lealtad a la Francia colaboracionista de Pétain y se unen a las fuerzas libres de De Gaulle, Alemania reacciona invadiendo el territorio francés que estaba bajo gobierno de Vichí.  En octubre las fuerzas ítalo alemanas son derrotadas en la batalla de El Alemain, lo que lleva a su total retirada del norte de África siete meses después. Durante este año se incrementan los ataques aéreos aliados sobre la Europa controlada por el eje. Bombarderos americanos por el día (como el B-17 fortaleza voladora, el B-24 Libertador o el B-29 Superfortaleza volante) y bombarderos británicos por la noche (como el Lancaster o el Halifax) se turnan para no dejar de hostigar a ciudades e instalaciones de Alemania y sus aliados.
En el pacífico desde agosto de 1942 hasta febrero de 1943 tiene lugar la batalla de Guadalcanal que termina con la derrota japonesa, a continuación los americanos desarrollan su estrategia de ir recuperando terreno isla a isla. Los nipones por su parte fortificarán las islas importantes y las abandonarán a su suerte con la única de orden de luchar hasta el último hombre, esto provocará duras y sangrientas batallas de conquista, como la batalla de Tarawa en noviembre del 42.
En julio Hitler intenta recuperar la iniciativa en el frente oriental atacando a los rusos en el saliente de Kurst. Los rusos conocen las intenciones alemanas, así que concentran sus fuerzas en la zona. La mayor batalla de carros de combate de la historia terminará en tablas. Los poderosos Panzer V Panther y Panzer VI Tiger de los alemanes no podrán superar a los rápidos y ágiles T-34 rusos.  A continuación, en agosto, los rusos desencadenan un gran contraataque por el sur con el que desbordan las líneas germanas. Al mismo tiempo las fuerzas aliadas desembarcan e invaden Sicilia, es la operación Husky. Desde esta operación destacará la actuación y el carisma del general americano Patton. La ocupación de Sicilia tuvo como consecuencia la destitución de Mussolini en septiembre por el Gran Consejo Fascista, con la complicidad del rey. El nuevo gobierno italiano buscará el acercamiento con los aliados y acabará firmando el armisticio. Alemania reaccionará invadiendo Italia, por lo que los aliados continuarán su campaña militar desembarcando en la península itálica y tomando Nápoles en octubre. Hitler, que había mandado rescatar a Mussolini (preso tras su destitución), logra convencerle para que cree un nuevo estado italiano en los territorios controlados por el ejército germano, es la República Social Italiana.
Ante la nueva situación, claramente desfavorable para Alemania y sus aliados, el general Franco decide cambiar su estatus internacional en noviembre de 1943, oficialmente pasa de “no beligerante” (situación en la que España se consideraba aliada a Alemania pero que postergaba su entrada en la guerra para el futuro)  a “neutral” con lo que España intenta acercarse al otro bando, previsible vencedor de la guerra. En abril del 44 España deja de mandar wolframio a Alemania presionado por los aliados, lo que supondrá un duro golpe a la industria armamentística alemana.
En noviembre de 1943 los líderes aliados se reúnen en Teherán. Stalin, Roosevelt y Churchill acuerdan abrir un nuevo frente en Europa Occidental para aliviar la presión sobre el ejército soviético.

1944

Fuente: R. Laguna www.mapasdehistoria.hol.
Durante la primera mitad de 1944 sigue el inexorable retroceso alemán. En los Balcanes tiene que hacer frente a los guerrilleros del general Tito, que en diciembre de 1943 ha creado un gobierno provisional en los territorios controlados por sus guerrilleros comunistas.  En Italia, entre enero y mayo de 1944, tienen lugar las batallas de Montecassino y de Anzio, las derrotas alemanas permiten la entrada de los aliados en Roma en junio. En el frente oriental los rusos han avanzado hasta llegar a territorio rumano y eslovaco, además en el norte han liberado totalmente a Leningrado del cerco.
El 6 de junio es el día D de la operación Overlord, 800 mil soldados americanos, británicos y franceses desembarcan en la costa de Normandía bajo el mando del general Eisenhower. Se crea el segundo frente tanto tiempo demandado por Stalin. Para evitar la reacción alemana el día 22 de junio los rusos desencadenan su mayor ofensiva en el frente este, 1´8 millones de soldados rusos acaban con los 800.000 soldados alemanes que formaban el grupo de ejércitos centro, es la operación Bagratión. En septiembre, al término de estas dos operaciones, tanto el frente occidental como el oriental coinciden con las propias fronteras de Alemania antes de la guerra. A las fuerzas aliadas que avanzan por Francia desde el norte, se les unen refuerzos que desembarcan en Provenza con la operación Dragoon. En 25 de agosto liberan París y en septiembre Bruselas. Ese mismo mes los americanos y británicos  desarrollan la operación Market-Garden con la que pretenden liberar Holanda, resulta un fracaso que detiene el avance aliado por este frente durante un tiempo.  En julio los rusos empiezan una fuerte ofensiva en el báltico, la proximidad de las tropas soviéticas lleva a los polacos a sublevarse en Varsovia en agosto, la operación tempestad. En octubre los sublevados son vencidos por los alemanes dejando 200 mil víctimas.
A pesar del continuo empeoramiento de la situación en Alemania, sus ciudadanos apenas opusieron resistencia contra el gobierno. Esto se debió sobre todo a dos razones, por un lado al éxito de la propaganda hábilmente dirigida por Joseph Goebbels. El ministro de propaganda logro convencer a muchos que la rendición sería mucho peor, y que la victoria se lograría a pesar de las derrotas. Por otro lado los engranajes de un sistema de carácter totalitario cercenaban cualquier conato de rebeldía, el derrotismo, dudar en la victoria, se considera traición y era castigado con la pena de muerte. Los que conocían la situación de primera mano, los altos mandos militares, sí que se llegaron a enfrentar a Hitler. El Führer reaccionó apartando y denigrando a los críticos, aun así hubo varios intentos de atentar contra su vida. El caso más significativo fue la llamada operación valkiria (julio de 1944), que fracasó y cuyos responsables fueron fusilados. Los jerarcas del régimen mantuvieron la lealtad a Hitler mitad por miedo, mitad deslumbrados por las posibilidades de las llamadas armas secretas.  Hitler se esforzaba por convencer a su entorno que estas armas permitirán a Alemania cambiar el sentido de la guerra.  El problema es que ya era tarde, estas armas no pudieron decidir la guerra porque aparecen cuando Alemania estaba siendo desbordada en todos los frentes y está luchando en su propio territorio nacional, la línea de fortificaciones en su frontera occidental, la línea Sigfrido, tendrá el mismo éxito que la cercana línea Maginot. Los misiles balísticos V-1 y su sucesor V-2 son lanzados por primera vez junio del 44, al mes siguiente aparecen los primeros aviones a reacción, los ME 262. Los aviones a reacción podían destruir a decenas de aviones aliados, pero sus bases estaban a punto de ser tomadas por los ejércitos aliados en su avance por tierra. No sólo los germanos contribuirán al avance tecnológico, los aliados realizaran numerosas aportaciones como el radar o el ordenador.
Durante la segunda mitad de 1944 la ofensiva rusa por el báltico hace retroceder a los alemanes hasta Prusia, dos millones de civiles y 200 mil soldados quedaran cercados en la bolsa de Curlandia. Todo esto llevará a Finlandia a firmar la paz por separado con la URSS en octubre.
Los avances rusos en el frente oriental obligan a los alemanes a retirarse de los Balcanes, a finales de agosto entran en Bucarest, en septiembre entran en Bulgaria. En octubre los rusos realizan la operación Drebecen con la que ocupan el valle húngaro y entran en contacto con las fuerzas del general Tito en Yugoslavia. Los alemanes se retiran de Grecia para evitar quedar aislados. En ese contexto los guerrilleros de comunistas de Hoxha liberan Albania y en Grecia las fuerzas anti alemanas se dividen en dos bandos enfrentados, el pro-occidental, y el pro-comunista.
Entre diciembre de 1944 y enero del año siguiente, los alemanes dan su último coletazo, su canto de cisne. Es la batalla de las Ardenas. En un intento de vencer a los aliados en el frente occidental, el general Rundstedt lanza todas sus reservas en una contraofensiva que intenta repetir la exitosa campaña del 40, envolver a las fuerzas enemigas entrando por las Ardenas. La falta de combustible y la contumaz resistencia americana se lo impide. Durante esta campaña tiene lugar una masacre de prisioneros de guerra americanos en Malmedy.
En el pacífico la cada vez mayor superioridad material y tecnológica americana se manifiesta en la batalla de Golfo de Leite (Filipinas). Es el enfrentamiento naval más grande de la historia. El fanatismo nacionalista japonés llevará a la aparición de las brigadas suicidas de Kamikazes que intervienen por primera vez en esta batalla

1945

En 1945 Alemania lucha por su supervivencia en su propio territorio. Los rusos entran en Prusia oriental y en Polonia, tomando Varsovia en Enero y liberando el campo de concentración de Auschwitz. Al mes siguiente los aliados superan la línea Sigfrido y se produce el bombardeo masivo y la consiguiente destrucción de la ciudad de Dresde, 100 mil muertos. En marzo los aliados occidentales realizan la operación Varsity, la mayor acción aerotransportada de la historia, tras esto rebasan en Rin y avanzan sin oposición por el corazón de Alemania.  Entonces Hitler ordena a su ministro Speer que aplique la estrategia de tierra arrasada a todos los territorios que vayan perdiendo, es decir que destruya todo lo que su ejercito abandone, afortunadamente para los civiles alemanes Speer no obedecerá esta orden.
En abril asistimos a los últimos episodios militares en Europa. Los aliados toman Viena y logran la rendición del grupo de ejércitos del Ruhr al mando del general Model, también liberan los campos de Buchenwald y Bergen-Belsen. Los rusos por su parte lanzan la ofensiva definitiva contra Berlín. Tras un mes de luchas callejeras, Berlín cae. Mussolini ha sido ejecutado por los partisanos cuando intentaba huir a Suiza, Hitler para evitar ese destino se suicida el 30 de abril junto con Eva Braun, con la que contrae matrimonio unas horas antes. Antes de morir nombra sucesor al almirante Karl Dönitz, que firma la capitulación alemana el 8 de mayo.
En Asia la guerra durará algo más. De febrero a marzo asistimos a la brutal batalla de Iwo Jima, el general Kuribayashi se enterró literalmente con más de 20 mil hombres con las ordenes de resistir hasta el final, sólo sobrevivirán 200. Desde Iwo Jima la aviación americana podrá realizar bombardeos más intensos, en marzo un ataque aéreo provoca 80 mil víctimas en Tokio. Los japoneses, aun siendo conscientes de su irremediable derrota, parecen dispuestos a inmolarse con tal de no defraudar a su emperador. Días antes de la muerte de Hitler, el 11 de abril, fallecía de cáncer el presidente de Estados Unidos F.D. Roosevelt, le sucede su vicepresidente H. Truman. Truman ante la perspectiva de tener que sacrificar muchas vidas norteamericanas para lograr la rendición de Japón, decidió usar la bomba atómica y así doblar la resistencia nipona. Las bombas usadas son el resultado de más de dos años de trabajo del proyecto Manhattan. La primera cayó el 6 de agosto en Hiroshima, la segunda el 9 en Nagasaki, ambas dejaron más de 300 mil muertos y un sinfín de afectados. Simultáneamente los soviéticos denuncian su pacto de no agresión y atacan por sorpresa a las fuerzas japonesas en Manchuria, que no ofrecen resistencia. En esta situación el emperador decidió dejar su acostumbrada pasividad e intervenir, destituyó al gobierno y anunció por radio a sus sorprendidos súbditos su intención de rendirse. Un macabro apocalipsis atómico pone punto final al conflicto más sangriento de la historia de la humanidad y anticipa los peligros de la nueva etapa en ciernes.
Durante 1945 tienen lugar las conferencias interaliadas que sirvieron para coordinar las acciones militares y para orientar las acciones de postguerra. En febrero se realiza la conferencia de Yalta entre Stalin, Roosevelt y Churchill. Se llegan a varios acuerdos; la instalación de sistemas democráticos en los países que se vayan liberando del nazismo, las zonas de ocupación de Alemania, el bloqueo a la España de Franco y la creación de la una nueva organización internacional que sustituya a la fracasada SDN. Ese mismo mes en la conferencia de San Francisco se funda la ONU, que se convertirá en un principal foro político internacional. Tras la rendición alemana los líderes aliados se vuelven a reunir en Potsdam, cerca de Berlín. Esta vez asiste H. Truman como nuevo presidente de E.E.U.U. En esta reunión se decide la intervención soviética contra Japón, se establecen las nuevas fronteras de Alemania (con importantes pérdidas territoriales a favor de Polonia, que a su vez pierde territorios orientales en beneficio de la URSS) también se decide realizar acciones de desnazificación de la población alemana, y el enjuiciamiento de los jerarcas nazis por crímenes de guerra.

Información sacada de: http://www.profesorfrancisco.es

El Holocausto nazi.

Algo horrendo que dejó la II Guerra Mundial es la exterminación de los judíos por parte de los nazis. 

PINCHA AQUÍ para saber algo más del holocausto.

PINCHA AQUÍ para hacer una visita virtual a un campo de concentración nazi que nos dejó imágenes como las siguientes:

















Cada guerra deja unas consecuencias a distintos niveles (demográficos, económicos. sociales, ... etc).




Existieron varias Conferencias de Paz. Puedes ver un buen resumen de ellas si PINCHA AQUÍ.


LA O.N.U.



La idea de restablecer un sistema de seguridad colectiva más eficaz que el de la fracasada Sociedad de Naciones nació durante la guerra. En concreto, la Carta del Atlántico, aprobada durante el encuentro que mantuvieron Churchill y Roosevelt en agosto de 1941, preveía "la institución de un sistema de seguridad general establecido sobre bases más amplias".



¿Por qué no limitarse simplemente a mantener la Sociedad de Naciones? Las razones fueron varias: el fracaso de la institución con sede en Ginebra había sido tan patente que su mera reconstitución tuviera un efecto desastroso en el terreno de la confianza internacional, por otro lado, la URSS, que había sido expulsada en 1939 tras su agresión a Finlandia, se oponía enérgicamente a su reconstrucción. Era evidente que se hacía necesario crear una institución completamente nueva.



Los pasos posteriores se dieron en la Declaración de las Naciones Unidas aprobada en Washington el 1 de enero de 1942, en la que los participantes, siguiendo un proyecto elaborado por la Secretaría de Estado norteamericana,  se comprometían a elaborar un sistema de paz y de seguridad para la posguerra, en el viaje de Cordell Hull a Moscú en 1943 en el que obtuvo el apoyo soviético a esa idea y en la Conferencia de Teherán, donde se reafirmó la idea crear una organización internacional.



En la Conferencia de Dumbarton Oaks en otoño de 1944, representantes de EE.UU., la URSS, Gran Bretaña y China aprobaron un borrador de proyecto para esta nueva institución internacional. Las grandes naciones, las que "habían vertido su sangre en beneficio del resto del mundo" según se afirmó en sus resoluciones, se reservaban el derecho de poner las bases de la nueva organización. En Dumbarton Oaks se acordó que los cuatro participantes en la Conferencia más Francia serían los miembros permanentes del futuro Consejo de Seguridad.


En la Conferencia de Yalta se solventaron algunos de los puntos de fricción entre las potencias:

Se acordó que Ucrania y Bielorrusia, además de la URSS, fueran consideradas miembros de pleno derecho de la organización.

Se resolvió que los miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EEUU, Reino Unido, la URSS, Francia y China) tuvieran siempre derecho de veto en todo tipo de resoluciones, exceptuando las de procedimiento.

Los "Tres Grandes" en Yalta acordaron que "una conferencia de las Naciones Unidas fuera convocado en San Francisco, en los Estados Unidos, el 25 de abril de 1945, para preparar la Carta de esta organización".


La Carta de las Naciones Unidas: La Conferencia de San Francisco (25 de abril-26 de junio de 1945) aprobó la Carta de la Organización de las Naciones Unidas, que fue firmada por cincuenta y un estados.

La Carta enunciaba los objetivos y principios en los que se basaba de la ONU.

Los propósitos eran cuatro:

1- Mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales;

2- Fomentar entre las naciones relaciones de amistad;

3- Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural y humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales

4- Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos propósitos comunes.


Los Principios afirmaban lo siguiente:

la organización se basaba en la igualdad soberana de todos sus miembros

todos los estados miembros cumplirían las obligaciones contraídas de conformidad con la Carta

los miembros arreglarían sus controversias internacionales por medios pacíficos y sin poner en peligro la paz, la seguridad o la justicia

los estados miembros se abstendrían en sus relaciones internacionales de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra otros Estados

los miembros prestarían a las Naciones Unidas toda la clase de ayuda en cualquier acción que ejerzan de conformidad con la Carta, y no ayudarían a Estado ninguno contra el cual la Organización estuviere ejerciendo acción preventiva o coercitiva

 ninguna disposición de la Carta autorizaría a la ONU a intervenir en los asuntos que son jurisdicción interna de los Estados

las Naciones Unidas harían que los Estados que no son miembros de la Organización, se conducirían de acuerdo con estos principios en la medida que fuera necesaria para mantener la paz y la seguridad internacionales.


La Carta recogía también la estructura interna de la ONU que se basaba en  los siguientes órganos:

El Consejo de Seguridad es el órgano principal y de mayor poder decisorio de la ONU, y su papel fundamental se centra en solucionar todas las cuestiones relativas al mantenimiento de la paz y de la seguridad internacionales. Inicialmente estuvo integrado por once miembros, 5 permanentes y 6 no permanentes, pero a partir de 1966 se elevó a quince al incrementarse el número de estos últimos.

El Consejo de Seguridad adopta resoluciones obligatorias para los Estados miembros. En todos los asuntos importantes, no de procedimiento, sus resoluciones se aprueban con el voto afirmativo de siete miembros, comprendiendo los votos coincidentes de los permanentes. La Carta introducía, así, una importante innovación frente a la Sociedad de Naciones, al permitir que el Consejo de Seguridad adoptara decisiones obligatorias por mayoría cualificada, siempre y cuando, condición indispensable, los miembros permanentes estuvieran en esa mayoría. Era la regla de la unanimidad de las grandes potencias que se traducía, de hecho, en su derecho de veto y en el instrumento de su poder. Finalmente, el Consejo de Seguridad en sus labores para el mantenimiento de la paz tiene capacidad para organizar un ejército a partir de los efectivos proporcionados por los miembros de la organización, así como imponer sanciones económicas a Estados agresores o que violan las normas internacionales. Las fuerzas de Naciones Unidas, los conocidos como "cascos azules" han realizado numerosas intervenciones para frenar conflictos armados, especialmente en Palestina, Congo, Chipre, Líbano, Cachemira... Estos ejércitos son también empleados para proteger al personal de las agencias de la ONU en misiones de ayuda humanitaria.

 La Asamblea General es el principal órgano de debate y está integrado por delegados de todos los Estados miembros, cada uno de ellos tiene derecho a voto. La Asamble tiene amplias competencias: elección de los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, admisión de nuevos miembros, nombramiento del secretario general a propuesta del Consejo de Seguridad... Sin embargo, las decisiones de la Asamblea General solo tienen el carácter de recomendaciones. Estas resoluciones deben ser adoptadas por el voto de la mayoría de los dos tercios de los miembros presentes y votantes.

La Secretaria, órgano administrativo de las Naciones Unidas, presta sus servicios a los otros órganos, administrando los programas y políticas por ellos elaborados. Al frente de la Secretaría, figura el secretario general que juega una labor de coordinación en toda la organización y puede llegar a tener un papel político importante. El noruego Trygve Lie fue el primero en acceder al puesto (1946-1953), sustituido por el sueco Dag Hammarskj5ld (1953-1961) quien tras morir en un accidente de avión en el Congo mientras encabezaba una intervención de Naciones Unidas fue reemplazado por el birmano U Thant (1961-1971). El austriaco Kurt Waldheim, convertido en secretario general entre 1971 y 1981, tuvo su continuador en el peruano Pérez de Cuéllar (1981-1991), a su vez sustituido por el egipcio Butros Gali (1991-1997). El actual secretario general es Kofi Anan, elegido en 1997 y reelegido en el 2001.

Otros órganos de la ONU con competencias definidas eran el Consejo Económico y Social (coordinador de toda la labor económica y social de la organización), el Consejo de Administración Fiduciaria (supervisa la administración de los territorios bajo la administración fiduciaria) y la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya (órgano judicial de la ONU a la que pueden recurrir todos los Estados miembros e incluso los que no lo son).

Por último, a las Naciones Unidas se añadirían los llamados organismos especializados por ella coordinados que abarcaban desde el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo (BIRD), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la FAO, organización dedicada a la alimentación y la agricultura.

A pesar de todas las expectativas e ilusiones creadas, la ruptura entre los Aliados con el estallido de la guerra fría paralizará el funcionamiento de la ONU, especialmente mediante el uso del derecho de veto de las grandes potencias enfrentadas.

WEBS DE PERIÓDICOS CON INFORMACIÓN DE LA II GUERRA MUNDIAL
Algunos periódicos españoles tienen rincones de su webs dedicadas a la II Guerra Mundial.

El Mundo: PINCHA AQUÍ.


LECTURAS DE AMPLIACIÓN
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VÍDEOS

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La II Guerra Mundial a color


La II Guerra Mundial desde el espacio


Batalla de Normandía 1944 ("Dia D")


Película "Salvar al soldado Ryan"- Desembarco de Normandía


La II Guerra Mundial en 15 minutos


Resumen de la II Guerra Mundial


Secretos de la batalla de Stalingrado


Los campos de concentración nazis


La II Guerra Mundial (ACADEMIA PLAY)


La serie Apocalipsis de la la II Guerra Mundial

Capítulo 1: Agresión


Capítulo 2: La derrota aplastante



Capítulo 3: El estallido


Capítulo 4: El punto de inflexión


Capítulo 5: Los grandes aterrizajes


Capítulo 6: El fin de la pesadilla


Existen series dedicadas a esta etapa histórica y os recomiendo las siguientes:

Hermanos de sangre



























The Pacific




















Hijos del Tercer Reich